Un globo aerostático azul
que en su interior hueco
se retuerce una lágrima inmensa,
es el llamado planeta Tierra.
La gran bóveda en la luna
babosea estalactitas de roca,
como una boca sombría
esperando el vendaval.
Las flotantes sábanas se agitan
sobre la vía láctea de espuma,
siendo la autopista salina
sobre el lienzo salpicado de blanco.
Una vocecilla canta sentimentalidades
mientras el frío acecha al humano
y las plantas logran crecer.
Espero que navegues en mi nave espacial.