Francisco Marín es Ingeniero Superior de Telecomunicación por la Universidad Politécnica de Madrid y ha realizado el Programa de Alta Dirección (PADE 97) impartido por el IESE (Universidad de Navarra). Ha recorrido en su carrera profesional todo el espectro de labores de un ingeniero de su especialidad, diseño hardware y software, ejecución y dirección de proyectos llave en mano, dirección de departamentos de ingeniería de proyectos y en la actualidad la presidencia de ELIOP.
Ha formado parte de la vida asociativa de los ingenieros de telecomunicación, a través de las Juntas Directivas de la Asociación Española de Ingenieros de Telecomunicación, AEIT, de la que fue miembro desde los años 1979 hasta los últimos años 80. Durante ese período formó parte del comité directivo de la FITCE, federación que agrupa los ingenieros de telecomunicaciones de la UE en representación de España.
Actualmente, además de la presidencia de ELIOP, ocupa los cargos de Vicepresidente de GPA, Vicepresidente de AENTEC (Asociación Española de Nuevas Tecnologías), Presidente del Grupo III de Electrónica Profesional de AETIC (Asociación de Empresas de Electrónica, Tecnologías de la Información y Telecomunicaciones de España), Presidente de la Comisión de I+D+i de AETI, Patrono del Museo de Ciencia y Tecnología y Patrono de la Fundación COTEC.
1.- ¿Cuál es su impresión sobre la evolución del Sistema Regional de Ciencia y Tecnología en Madrid en los últimos diez años?
Desde mi punto de vista, no ha hecho algo que considero fundamental: romper. Ha seguido una política de innovación imitadora de las desarrolladas por la Administración Central y por otras comunidades autónomas. Si hoy por hoy el porcentaje del PIB de la Comunidad tiene el peso que tiene, no puede tomar una posición continuista en las iniciativas de I+D+I, que son las más arriesgadas. Madrid no ha asumido el papel de liderazgo que le corresponde como primera economía nacional y no se ha relacionado con el tejido asociativo empresarial de la mejor forma posible.
Hablo, claro está, de la política de innovación, no de política general. Para avanzar en estos tiempos complejos hay que reunir a todos aquellos que tienen cosas que decir, dejarles hablar y hacerles caso, entonces, el panorama de las ayudas a la I+D+I o de las propias ideas de innovación es muy diferente. Probablemente esto se ha hecho desde el Sistema madri+d, pero sin el apoyo suficiente.
No voy a negar que el Sistema madri+d ha pegado un salto, pero yo lo valoro con respecto al peso específico que tiene Madrid. La Comunidad ha ayudado, naturalmente, pero no ha dado el empujón suficiente. No me gustaría que pareciera una comparación política, pero, por qué de repente en políticas nacionales de innovación, se pega un auténtico salto copernicano… No son más capaces, simplemente han escuchado y lo han puesto en práctica. Somos muchos los que apadrinamos el actual CENIT, por ejemplo, pero ha habido un grupo que nos ha llamado, se lo hemos contado, nos ha creído, ha puesto el dinero y los ha sacado. Ahí tenemos tres CENIT y muchos millones de euros puestos en marcha.
Esta es mi principal objeción, creo que no hay el efecto de liderazgo al que debería aspirar una comunidad tan importante como la de Madrid. Es un juicio duro, lo se, pero es lo que pienso. No digo que no lo estén intentando o que no lo quieran hacer, no dudo de su buena voluntad política, pero la práctica es continuista y en innovación hay que correr, hay que ser el primero.
Tengo la sensación de que en la Comunidad de Madrid aún no hay iniciativas nuevas, observan demasiado qué están haciendo otros, y un líder por definición tiene que ir por delante de todos, marcando la senda.
2.- ¿Cree usted que en estos diez años su institución ha mejorado su capacidad de colaboración con otras instituciones y con el tejido empresarial y la sociedad?
En el caso de ELIOP, la colaboración con otras instituciones ha mejorado sustancialmente en estos diez años. Participamos en programas como los CENIT, el PROFIT o los propios TRACTORES. Este último programa, que concebimos en Aniel y que el Ministerio de Industria compartió, te pone en colaboración con tus clientes y suministradores; es un buen invento y los resultados obtenidos lo demuestran.
Con las universidades tenemos un vínculo muy estrecho, pero siempre con un criterio muy selectivo. Colaboramos con aquellas que sabemos que entienden la relación universidad-empresa, como la Politécnica, la Escuela de Industriales, la de Telecomunicaciones de Madrid, en alguna medida la de Informática de Madrid, la de Informática de Málaga o la Politécnica de Valencia… Con estas universidades tenemos una relación muy estrecha y duradera. En ELIOP colaboran más de una docena de universitarios a los que exigimos que vengan a aquí unos días a la semana para poder hacer un seguimiento y que las cosas salgan como deben. No hace falta que nadie nos convenza de esa relación, la estamos utilizando intensiva y selectivamente a la vez.
¿En qué medida gracias a madri+d? Aquí tengo que decir que poco, entre otras cosas porque, en mi entender, no se ha dedicado, de forma prioritaria, a los temas propios de la ingeniería. Tengo la sensación de que soy un entrevistado atípico, por lo que también me parece peligroso opinar demasiado.
3.- Uno de los objetivos del Sistema madri+d ha sido crear un mecanismo eficaz de información y comunicación entre todos los participantes en el sistema de ciencia y tecnología ¿Qué mejoras considera más relevantes en este ámbito de la información y la comunicación y cuál considera que ha sido el papel de madri+d?
Creo que como estamos en un sistema que debe ser muy cooperativo, como dice la OCDE en su último escrito sobre el informe del sistema de innovación español, no puede haber nada que no esté basado en un diálogo entre todos los sectores. Todavía no encuentro un escenario donde se pueda hablar de forma muy activa sobre, por ejemplo, qué se puede hacer para mejorar el tejido industrial de Madrid.
Si desde el gobierno regional le quieren dar un empujón, hay que cooperar, pero esta cooperación hay que organizarla. Cuando estamos involucrando a agentes sociales, investigadores, universidades y empresas, hay que asegurar un nivel de discreción, de seguridad en lo que se dice… y tengo la impresión de que la Comunidad de Madrid aún no ha formulado una plataforma desde la que mejorar en la gestión de lo que es el tejido empresarial, social.
4.- El conocimiento científico y tecnológico debe ser un activo para la competitividad de la región y de sus empresas. ¿Considera que el Sistema madri+d ha contribuido a la puesta en marcha de servicios de valor añadido como son los de comercialización de tecnología, vigilancia tecnológica o apoyo al emprendedor de base tecnológica?
Si hubiera habido una plataforma de verdad, que hubiera asumido esa posición de liderazgo, pienso que ELIOP estaría involucrada. Mi empresa está en Madrid, me gustan estas iniciativas y quiero formar parte de ellas, y sin embargo, no te puedo decir un solo programa donde esté participando.
5.- Señale de todas las actividades y servicios de madri+d aquellas que ha participado y/o utilizado, bien personalmente o bien su institución, y cuales considera más interesantes.
Todos los días recibo el notiweb, y además, en alguna ocasión, he escrito en la revista.
Sin embargo, nosotros aplicamos al VII Programa Marco, al PROFIT, al CENIT, a los TRACTORES, a los programas de demanda temprana, a todo, y varias veces me he preguntado “¿cómo puede ser que ELIOP no haga nada con la Comunidad de Madrid?” algo pasa.
No debemos olvidar que pertenezco a uno de los sectores que es puntero en Madrid y que más invierte en innovación en nuestro país.
6.- ¿Qué echa en falta en el Sistema madri+d?
Creo que debe apuntar directamente a ver como tejer una red con las pymes madrileñas de tecnología, a través de los cluster específicos, para ir generando aceleración de masa exportadora que permita participar en las convocatorias internacionales de I+D+i, rellenar las plataformas tecnológicas con propuestas innovadoras y ayudar a que la imagen de las empresas que participen se vean compensadas con un mejor reconocimiento social. En resumen, una conjunto de deseos que no por repetidos dejan de tener plena vigencia.
