Fecha
Autor
Mª Teresa Miras Portugal (Catedrática de Bioquímica. UCM)

Mª Teresa Miras Portugal. Premio de Investigación "Miguel Catalán" 2011

Excma. Señora Presidenta de la Comunidad de Madrid, Sra. Consejera, Autoridades, compañeros premiados, amigos. Es un gran honor recibir el premio de Investigación, Miguel Catalán, a la carrera científica. Teniendo en cuenta la gran calidad de los investigadores que me han precedido en ser galardonados con tal distinción.
Este Premio a una vida de trabajo indica que ha pasado mucho tiempo desde los primeros años en mi Galicia natal, donde antes puedo asegurarles que llovía. Todavía resuena en mis oídos la frase cientos de veces repetida por mi padre, cuando me veía trabajando en aquellas labores primorosas que hacíamos de niñas: “deja eso y coge un libro” , mis padres consiguieron que la lectura y la observación de la naturaleza fueran pasión que se ha incrementado con el tiempo. Mi esposo Fernando Varela, gran matemático, añadió plenitud y el valor de los números a mi vida. Nuestra mejor obra son nuestros hijos Fernando y Alberto, juntos hemos recorrido una hermosa aventura vital, que proseguimos.

La ciencia es una actividad social y colectiva, a nuestro modo construimos catedrales de gran belleza, que requieren planificación, tiempo, inteligencia y financiación

Este acto me permite agradecer sinceramente en primer lugar a la Comunidad de Madrid, que crece con el ingenio y la creatividad de sus gentes y aplica el criterio universal de adopción a los que en ella trabajan. Agradecer al Jurado que tan generosamente ha juzgado mis meritos.

A las instituciones que me han financiado, la consejería de Educación de la Comunidad de Madrid; los Ministerios de Sanidad y Educación y Ciencia, con sus diversas denominaciones, la Comunidad Europea y otros organismos internacionales.

Agradecer las ayudas de Fundaciones privadas: de modo especial La Fundación Ramón Areces y en estos últimos años la generosidad de la Fundación Marcelino Botín. Esta encomiable labor de Mecenazgo es indispensable para ayudar a los jóvenes científicos, creativos y vocacionales, tan necesarios para mantener a nuestro país en una sociedad avanzada.

Gratitud a mis maestros, Don Ángel Santos y Don Alberto Sols y al gran neurocientífico de la Universidad de Estrasburgo el Profesor Paul Mandel. Allí aprendí el ejercicio de la racionalidad cartesiana, el obligado respeto y análisis de las ideas ajenas y a no subestimar la calidad de las ideas propias.

La ciencia es una actividad social y colectiva, a nuestro modo construimos catedrales de gran belleza, que requieren planificación, tiempo, inteligencia y financiación. La investigación biomédica necesita un grupo de investigación cohesionado, y he tenido la inmensa suerte en estos casi 40 años de trabajo de tener colaboradores entusiastas y de gran inteligencia, a los que realmente dedico este premio, que es el suyo.

Nuestra ambición es conocer lo que pasa en el cerebro humano. Tarea compleja que requiere una pequeña parábola: Llevamos jugando al ajedrez casi dos mil años, con 32 piezas, moviéndose en 64 casillas, con unas normas rígidas y ¡Aun no hemos sido capaces de agotar todas sus posibilidades! ¿Cuántos años necesitaremos para identificar las posibilidades del cerebro humano con sus 100.000 millones de neuronas, 1011 , que son sus piezas de juego y su cableado de axones que permite formar 1.000 billones de conexiones sinápticas, 1015, que son las casillas sobre las que se mueven. Estas cifras son realmente difíciles de imaginar, aunque comiencen a resultarnos familiares en esta época de déficits y quiebras.

Hemos trabajado en una idea original enteramente, gestada, trabajada y defendida desde la Universidad Complutense, Institución que tanto ha dado a esta Comunidad de Madrid y a la que agradezco haya propuesto mi candidatura para este premio. ¡Y hemos tenido suerte!

Don Santiago Ramón y Cajal, nuestro gran neurocientífico, Profesor de la Universidad Complutense y también madrileño de adopción, describía las neuronas de las estructuras cerebrales como elementos de un bosque tropical exuberante. Por suerte, hoy cultivamos las neuronas y puedo demostrar, como apasionada que soy de la botánica por mi formación farmacéutica, que son de inigualable belleza. Gracias a las nuevas tecnologías podemos analizar su capacidad funcional individualmente mediante video microscopia, identificarlas con colores fluorescentes como un arco iris. A pesar de que el diámetro de una neurona sea entre 200 y 1.000 veces menor que el de una moneda de un céntimo de euro, unidad monetaria que los científicos manejamos con gran maestría.

Es en estas neuronas donde hemos establecido la importancia fisiológica de los nuevos compuestos que hemos descubierto, capaces de acelerar ó de frenar el crecimiento de las prolongaciones neurales y otras muchas funciones en la ramificación del cableado cerebral. Todas ellas etapas esenciales en la formación del cerebro adulto en plenitud que define los límites de nuestra identidad.

Pero cuando esos límites se difuminan y uno no es consciente de la piel que habita, como diría Almodóvar, también madrileño de adopción, y las devastadoras enfermedades neurodegenerativas nos encierran en soledad no buscada, es cuando nos preguntamos si lo que hemos descubierto para construir podría servir para frenar ó regenerar lo que se deteriora. Los resultados son prometedores para ralentizar el crecimiento de las placas de Alzheimer y el deterioro del control del movimiento. Y cada vez que descubrimos algo nuevo, por pequeño que sea, desbordamos de optimismo. Esto me preocupa, pues como decía Don Antonio Mingote, también madrileño de adopción, el pesimista es un optimista bien informado. Por el momento lo que desconocemos del funcionamiento de nuestro sistema nervioso es tan amplio como nuestra galaxia, por ello no hay motivo todavía para el pesimismo.

Finalizo diciendo que nuestro cerebro es el único lugar donde tiene sentido la inscripción del templo de Apolo en Delfos: Conócete a ti mismo. Para ello es esencial cruzar el bosque galactico/cerebral que imaginó Cajal, identificando cada uno de los elementos de ese bosque animado poblado con nuestra propia vida.

Muchas gracias.

Añadir nuevo comentario

El contenido de este campo se mantiene privado y no se mostrará públicamente.
Para el envío de comentarios, Ud. deberá rellenar todos los campos solicitados. Así mismo, le informamos que su nombre aparecerá publicado junto con su comentario, por lo que en caso que no quiera que se publique, le sugerimos introduzca un alias.

Normas de uso:

  • Las opiniones vertidas serán responsabilidad de su autor y en ningún caso de www.madrimasd.org,
  • No se admitirán comentarios contrarios a las leyes españolas o buen uso.
  • El administrador podrá eliminar comentarios no apropiados, intentando respetar siempre el derecho a la libertad de expresión.
CAPTCHA
Enter the characters shown in the image.
Esta pregunta es para probar si usted es un visitante humano o no y para evitar envíos automáticos de spam.