Una vértebra de hace 1,5 millones de años demuestra que la primera migración humana desde África a Eurasia se produjo en diferentes olas migratorias
La cuna de la Humanidad está en África. Y fue ahí donde nuestros lejanos antepasados empezaron el viaje que llevó a los humanos a extenderse por todo el mundo. Fue un viaje largo, que comenzó hace casi dos millones de años y que terminó hace algo menos de cien mil, cuando los primeros hombres de nuestra especie se pusieron en marcha y se dispersaron primero por Asia, después por Europa y finalmente por América, a la que llegaron hace 'sólo' alrededor de 20.000 años.
En realidad, la larga marcha del hombre para poblar el mundo no se produjo de una sola vez, sino que se repartió en una serie de oleadas, llevando a las distintas especies humanas de cada época a la búsqueda de nuevas fronteras.
A medida que pasó el tiempo, unas oleadas se superpusieron a otras, de modo que los 'viajeros' de las más 'modernas' se encontraron con los descendientes de las más antiguas, cruzándose con ellas y dando así lugar a un auténtico galimatías de mezclas, herencias genéticas y poblaciones emparentadas que solo ahora los científicos están empezando a resolver.
Sin embargo, no está claro si también la primera y más antigua de las salidas de África siguió este patrón. ¿Hubo varias oleadas de aquellos primeros humanos o se trató de un único evento migratorio? La cuestión es motivo de debate entre los científicos desde hace varias décadas.
Ahora, un equipo internacional de investigadores de Estados Unidos, Israel, Australia y en el que también ha participado el Museo Nacional de Ciencias Naturales, CSIC, acaba de presentar, en un estudio que se publica en 'Scientific Reports',una vértebra de hace 1,5 millones de años, descubierta en Israel y que demuestra que también las más antiguas de las migraciones humanas desde África a Eurasia se produjeron en oleadas diferentes. La primera ola llegó hasta lo que hoy es la República de Georgia, en el Cáucaso, hace aproximadamente 1,8 millones de años. La segunda, a la que pertenece la vértebra objeto de este estudio, fue hallada en Ubeidiya, en el Valle del Jordán y al sur del Mar de Galilea, y tuvo lugar hace 1,5 millones de años.
Seis millones de años de evolución
Según numerosos estudios, tanto de restos fósiles como de ADN, la evolución del hombre empezó en África hace unos seis millones de años, cuando se separó de la del resto de los simios. Después, hace cerca de dos millones de años, los humanos antiguos, que eran casi, pero no del todo como nosotros, empezaron a emigrar desde África y se extendieron por Eurasia, un proceso que los científicos conocen como 'Out of África' (Fuera de África).
Y Ubeidiya, profusamente excavado entre 1965 y 1999 es, precisamente, uno de los pocos lugares donde ha aparecido evidencia arqueológica de esa dispersión. Se trata, de hecho, del segundo sitio arqueológico más antiguo fuera de África, con una rica y rara colección de animales extintos y herramientas de piedra muy similares a los descubiertos en yacimientos del este africano.
La vértebra, que fue desenterrada en 1966, fue hallada por Miriam Belmaker, coautora del estudio, en una de las colecciones de la Universidad Hebrea. Su análisis permitió saber que se trataba de una vértebra lumbar de hace 1,5 millones de años, el fósil humano más antiguo descubierto en Israel.
Dos oleadas diferentes
Según Alon Barash, de la Universidad Bar Ilan y uno de los directores de la investigación, existe una agria polémica sobre si aquella migración fue un evento único o, por el contrario, se produjo en varias oleadas. Una cuestión sobre la que la vértebra de Ubeidiya ha arrojado nueva luz. "Debido a la diferencia en el tamaño y la forma de la vértebra de Ubeidiya y las encontradas en la República de Georgia -explica el investigador-, ahora tenemos evidencia inequívoca de la presencia de dos olas de dispersión distintas".
Para Ella Been, experta en evolución espinal y coautora del estudio, "el análisis que realizamos muestra que la vértebra de 'Ubeidiya pertenecía a un individuo joven de 6 a 12 años, que era alto para su edad. Si este niño hubiera llegado a la edad adulta, habría alcanzado una altura de más de 180 cm. Este humano antiguo es similar en tamaño a otros grandes homínidos que se encuentran en el este de África y es diferente de los homínidos de baja estatura que vivían en Georgia".
Dos poblaciones pues, con rasgos físicos diferentes y que se establecieron, con 300.000 años de diferencia, en dos lugares, Georgia y Ubeidiya, con climas y características muy distintas. Georgia, en efecto, hace 1,8 millones de años tenía un clima seco y similar al de la actual sabana africana, mientras que Ubeidiya era más húmedo y boscoso, con un clima más parecido al mediterráneo.
"Parece, pues -concluye Barash-, que en el período conocido como Pleistoceno Inferior podemos identificar al menos dos especies de humanos primitivos fuera de África. Cada ola de migración fue la de diferentes tipos de humanos, en apariencia y forma, técnica y tradición de fabricación de herramientas de piedra y nicho ecológico en el que vivían”.