Hablar de Teruel y dinosaurios está siendo un hecho cada vez más habitual. Algunos de los hallazgos resultan extremadamente interesantes para los medios de comunicación, que ilustran las noticias científicas relacionadas con los hallazgos con aspectos míticos y aventurescos. Sin embargo, al margen de calificativos grandilocuentes, la trastienda científica es la herramienta imprescindible que debe llevar a que los descubrimientos pasen de ser cuasi novelescos, a herramientas validas para la Ciencia con mayúsculas. En ese sentido, el hallazgo de un nuevo yacimiento con fósiles de grandes dimensiones de dinosaurio saurópodo en el municipio de Riodeva, excavado aún en fase preliminar, se convierte en otra pieza de ese inmenso puzle que conforma la dinosauriología mundial.
ALGUNOS ANTECEDENTES HISTÓRICOS A lo largo de la geografía turolense se han inventariado cientos de yacimientos, lo que hace de ella un inmenso escaparate sobre la historia de la vida en la Tierra. Los yacimientos de dinosaurios ocupan un lugar destacado no sólo por su número y diversidad, sino también por la trascendencia científica que están alcanzando. En Teruel han quedado plasmados algunos de los hitos más significativos de la dinosauriología española.
Desde que en 1872 Juan Vilanova i Piera hiciera referencia a los primeros restos de dinosaurios reconocidos como tales en España, procedentes de la localidad de Utrillas (junto a otros del municipio castellonense de Morella), el camino de los nuevos hallazgos en Teruel ha llevado a que en la actualidad sean más de cuarenta poblaciones con la presencia de huesos o huellas de estos vertebrados.
A lo largo de esa trayectoria histórica de hallazgos, de casi 140 años, se han definido en Teruel cuatro nuevos taxones con restos directos de dinosaurios (todos ellos de saurópodos), y dos con restos indirectos, uno atribuido a cáscaras de huevos y otro a icnitas de dinosaurio.
El primero de esos dinosaurios, que también lo es de España, fue Aragosaurus ischiaticus[1] dedicado a la Comunidad Autónoma de Aragón.
TURIASASURUS RIODEVENSIS: EL GIGANTE EUROPEO
Uno de esos nuevos taxones de dinosaurios comenzó a cobrar vida cuando, en el año 2003, se realizaron los primeros hallazgos significativos de fósiles de dinosaurios en el municipio turolense de Riodeva. Tres años hicieron falta, desde su hallazgo en el yacimiento Barrihonda-El Humero hasta la aparición de la publicación científica, para que los fósiles de la especie Turiasaurus riodevensis "el dinosaurio de Teruel encontrado en Riodeva"[2] cobraran especial relevancia científica para paleontólogos de todo el mundo. Turiasaurus fue encontrado en sedimentos de la Formación Villar del Arzobispo de hace unos 145 millones de años de antigüedad y se ha estimado que pesaba en torno a 40 toneladas y que superaría los 30 metros de longitud. Estos datos lo sitúan como uno de los mayores dinosaurios de todo el planeta. Años después de su publicación, las excavaciones en el yacimiento-tipo siguieron su curso, lo que ha supuesto que se conozca aproximadamente el 45% del esqueleto.
El estudio de este ejemplar de Turiasaurus ha permitido clasificar correctamente elementos aislados, como los dientes de otros saurópodos de Portugal, Francia e Inglaterra. También, los análisis cladísticos realizados han establecido la presencia de un grupo de saurópodos denominada Turiasauria. El estudio de los huesos y huellas atribuidos a esta familia indican un registro desde el Jurásico Medio hasta el final del Jurásico Superior con una dispersión por Europa y África, de momento.
EL HALLAZGO DE NUEVOS FÓSILES
Durante los trabajos de supervisión realizados este verano en los más de 50 lugares con dinosaurios documentados en Riodeva, se descubrieron nuevos restos de dinosaurio en el yacimiento denominado San Lorenzo. El yacimiento se encontró en 2004 y había proporcionado anteriormente 217 restos ex situ, la mayoría sin identificar. Por eso, la detección de fósiles parcialmente expuestos a la intemperie aconsejó una excavación de urgencia, autorizada y financiada por la Dirección General de Patrimonio Cultural (Gobierno de Aragón), para evitar su posible deterioro.
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Los yacimientos de dinosaurios ocupan un lugar destacado no sólo por su número y diversidad, sino también por la trascendencia científica que están alcanzando |
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Los primeros trabajos de excavación realizados en la campaña de 2010 depararon la sorpresa de identificar restos pertenecientes, al menos, a un enorme dinosaurio saurópodo. Hasta el momento se ha encontrado, en apenas mes y medio de trabajos en una pequeña excavación de 12m2, diferentes elementos del esqueleto postcraneal, que destacan sobremanera por su gran robustez: un fémur derecho y una tibia de 1,92 m y 1,25 m de longitud respectivamente, 15 vértebras de la parte media y anterior de la cola con sus respectivos chevrones, una urna casi completa y un par de astrágalos, entre otros. Especialmente significativo se vislumbran los fragmentos de un cráneo. Hay que tener en cuenta que los cráneos de estos dinosaurios son muy escasos en el mundo y si hablamos de superdinosaurios aún lo son más. Además, en San Lorenzo, también ha sido encontrada una decena de dientes con una morfología similar a los de Turiasaurus.
En una fase tan temprana de la investigación todavía no puede confirmarse si los huesos y los dientes pertenecen al mismo animal, pues es necesario extraer los fósiles, prepararlos en el Laboratorio de Paleontología de Dinópolis y luego estudiarlos cuidadosamente. Por si fuera poco, la experiencia nos dice que es perfectamente posible encontrar nuevos dinosaurios en el mismo yacimiento, por lo que la cautela en estos casos debe primar antes de llegar a conclusiones científicas precipitadas. Parece claro que el yacimiento San Lorenzo debe seguir siendo excavado y comprobar fehacientemente si todo el material extraído pertenece a Turiasaurus (con lo cual se podría completar aún más el esqueleto de este animal, pues se están encontrando precisamente muchos de los huesos que todavía faltaban por conocer). Pero también es posible que los dientes y los huesos de San Lorenzo pertenezcan a dos tipos de saurópodos distintos. En ese caso, al ya conocido "Gigante Europeo" se sumaría ahora otra especie de dinosaurio de gran tamaño.
Pero esto no ha hecho más que empezar...
[1] Sanz, J. L., Buscalioni, A. D., Casanovas, M. L. y Santafé, J. V. 1987. Dinosaurios del Cretácico Inferior de Galve (Teruel, España). Estudios Geológicos, Volumen extraordinario Galve-Tremp, 45-64.[2] Royo-Torres, R., Cobos, A. y Alcalá, L. 2006. A Giant European Dinosaur and a New Sauropod Clade. Science, 314, 1925-1927.