Las bodas de las plantas (fragmento)
Canto único
1. Los desposorios de la amable Flora
Cantar en un vergel es mi deseo:
Templa su voz mi lira, y suave implora
Para el Epitalamio no ha Himeneo;
Sino al que la Botánica ya adora
Por Numen fiel, al inmortal Lineo,
Al primero que vio en las plantas todas
Los sexos, los amores, y las bodas.
2. El Reyno vegetal será su imperio.
Que soberanamente se dilata
Por uno y otro fértil hemisferio;
Donde el Árbol, Arbusto, Yerba, y Mata,
Bajo de su glorioso magisterio,
En un sistema de concordia grata,
Con Especies, con Géneros y enlaces
Forman Familias, Órdenes y Clases
3. Cualquiera Vegetable es un viviente,
Que nace, que digiere, que respira,
Que dá ciertas señales de que siente,
Que en busca del humor y del sol gira,
Que crece, duerme y suele estar doliente.
Que es macho, ó hembra, y engendrar conspira,
Que envejece, que muere, que reposa,
Y que deja una prole numerosa.
4. La Mimosa que afecta ser púdica
Y la flor de la Opuncia afestonada
Su sentimiento la una y otra indica
Al instante que llega á ser tocada:
La Caléndula, al alba pronostica
La lluvia en las alturas preparada:
Y D. Diego de noche no hace alarde
De señalar las cinco de la tarde?
5. De júbilo ó de duelo se reviste
Esta ó aquella Planta: En la Maldivia
La Flor del Sol de gala está ó de chiste
Por el dia no mas; pero se entibia
Apenas anochece: El árbol triste
En Góa está con pena, y no se alivia
Sino de noche; que en amaneciendo
Sus flores va cerrando, ó va escupiendo.
6. Considerad la indiana Musicapa,
Que cuando se le posa alguna mosca
Con pronta diligencia se la atrapa
Y su hoja en ella diestramente enrosca:
Mirad también la astucia y la surrapa,
Con que la Buenos-dias, planta hosca,
Al tocarla un viajante, lo saluda,
Dándole un golpe con su rama ruda.
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José de Viera y Clavijo (Los Realejos, Tenerife, 1731 - Las Palmas de Gran Canaria, 1813)