En un contexto global, la lucha por la supervivencia empresarial suele estar marcada por el papel que juega la innovación y el desarrollo de nuevas técnicas en la empresa. Por eso, para conocer el entorno en el que nos encontramos, las técnicas de Vigilancia Tecnológica o Inteligencia Competitiva tienen una importancia destacada.
Sin embargo, utilizar estas técnicas puede convertirse en una experiencia parcial si no tenemos algunas ideas claras previamente. Al contratar un informe sobre Vigilancia Tecnológica, resulta inevitable acordarnos de El arte de la Guerra, el libro milenario de Sun Tzu, que se ha usado a lo largo de la historia con diferentes fines. En este caso, este conjunto de reflexiones sobre la estrategia para conseguir un objetivo nos es de gran utilidad cuando lo trasladamos a entornos empresariales.
"Conócete a ti mismo y conoce a tu enemigo" es una de las ideas más destacadas que podemos leer en sus páginas. Puede parecer una premisa evidente, pero ¿nos hemos planteado realmente la finalidad del trabajo que estamos encargando? ¿Sabemos qué es lo que buscamos? Responder a preguntas de este tipo será fundamental para mejorar la toma de decisiones que irá asociada a ese informe. Y sin duda, será mejor tomar esa decisión disminuyendo la incertidumbre lo máximo posible.
Por eso, lanzamos algunas de las preguntas clave que nos ayudarán a tener las ideas claras y, así, aprovechar al máximo el informe de Vigilancia Tecnológica:
- ¿Cuál es el objetivo de mi empresa?
Alcanzar un objetivo de expansión internacional o conseguir la venta de la compañía son dos ideas que llevan caminos muy diferentes, por lo que conviene saber hacia dónde vamos y cuál es nuestra situación actual.
Para ello, las empresas deben haber elaborado alguna de las diferentes herramientas que servirán de guía hacia el éxito. Algo tan común como un plan de empresa puede ser el mapa a seguir para enfocar las acciones estratégicas, pero solo será posible cumplirlo si todos los profesionales de la compañía lo conocen y están alineados con él.
- ¿Qué decisión me tiene que ayudar a tomar este informe?
Una lista de competidores a vigilar, los países en los que extender una patente o el valor de la misma en el mercado. Debemos conocer la finalidad del trabajo que vamos a encargar, saber cómo nos puede ayudar o, incluso, si realmente lo necesitamos.
Una vez que ya tengamos el informe de Vigilancia Tecnológica, es muy recomendable que la empresa esté dotada de unos protocolos de toma de decisiones capaces de asimilar este nuevo input y se enriquezca así de un conjunto variado de profesionales. De esta forma, se recomienda tener muy presente al conjunto de personas que llevarán a cabo las decisiones o a aquellas a las que les afecte de forma directa.
Así, las oficinas de distintas sedes, comerciales en diferentes geografías o miembros destacados del equipo investigador pueden ser de gran ayuda para tomar una decisión compleja o de riesgo.
- ¿Ha sido útil para ello? ¿Por qué?
Tras la lectura del informe, debemos percibir que vamos dando pasos para acercarnos a nuestro objetivo. Nos debe servir para avanzar en la consecución de nuestros objetivos basándonos en la información disponible y, así, conocer el entorno en el que operamos.
El objetivo de un informe de Vigilancia Tecnológica no es externalizar la toma de decisiones, sino dotar a los decisores de información sobre el contexto en el que se desarrolla su invención, la situación de la competencia o sobre las posibles nuevas aplicaciones de una tecnología.
- ¿Me han surgido nuevas necesidades de información? ¿Cómo puedo suplirlas?
La innovación, así como todos los procesos que van asociados a ella, es un ciclo continuo en el que se destapan nuevos interrogantes cuando se consiguen solucionar los que ya teníamos.
Por eso, algunas dudas que pueden surgir tras haber recibido los listados de países para extender una patente están relacionadas con la libertad para operar en esas geografías, con la posibilidad de infringir derechos de terceros o con la posibilidad de asociación con un socio para repartir tareas.
En definitiva, resulta fundamental hacer una autoevaluación de nuestros conocimientos sobre la compañía, el proyecto y las fuerzas que condicionan nuestro desarrollo. Conseguir nuestro objetivo solo es posible si somos capaces de dar respuesta a algunas preguntas básicas que servirán como punto de partida hacia el éxito.