Emilio Ramiro Arcas<br/>Director de RAMEM, S.A.
1.- Para empezar esta entrevista, por favor explíquenos cuándo y cómo surgió la empresa y a qué se dedica.
RAMEM se fundó en Madrid en 1958 como pequeño taller de mecanizado de utillajes. En la actualidad, la empresa cuenta con treinta personas y tiene dos actividades diferenciadas: la primera aportar soluciones de diseño y fabricación a medida de los clientes del sector aeroespacial, la segunda desarrollar instrumentación científica con tecnología propia.
2.- ¿Cómo ha evolucionado la empresa desde su fundación?
Las dos primeras décadas se dedicaron en exclusiva al sector automoción, al principio de los 80 se comenzó a trabajar en el sector del mantenimiento aeronáutico de turbinas; desde entonces se ha ampliado la actividad a las aeronaves, espacio, sector de investigación, etc. participando en importantes programas como Eurofighter, AIRBUS 380, Estación Espacial Internacional, sonda Mars Science Laboratory, GRANTECAN, E-ELT, etc.
3.- Háblenos de la vocación innovadora de la compañía, de la tecnología que desarrolla y los campos en los que se aplica, así como de los servicios que ofrece.
La vocación de RAMEM al comenzar una nueva línea de negocio en el ámbito de la instrumentación científica fue la de tener un producto propio y de alto valor añadido. Somos conscientes de cualquier innovación meramente incremental corre el riesgo de ser alcanzada por competidores mucho mayores que nosotros. Para eso, y dado que RAMEM es una pyme, la única solución era comenzar una actividad de I+D dirigida. En un principio RAMEM eligió tres líneas de actividad de I+D: pilas de combustible, posicionadores solares y espectrometría de movilidad iónica. Tras unos primeros trabajos exploratorios, se decidió abandonar las dos primeras por limitaciones de capacidad y concentrarnos en la última. La razón principal fue que existía menos competencia, el mercado potencial era mayor y nuestra línea de desarrollo era más disruptiva e innovadora.
En este sentido RAMEM lleva ocho años de actividad ininterrumpida en el desarrollo de espectrómetros de movilidad iónica (IMS, siglas en inglés) basados en una tecnología propia (con cuatro patentes internacionales y nueve publicaciones en revistas revisadas), un departamento de I+D dedicado en exclusiva a esta tarea y numerosas colaboraciones en el mundo académico. Como reconocimiento a esta labor le fueron concedidos a RAMEM el título de una de las cinco pymes más innovadoras de la Comunidad de Madrid (2005) y el premio a la pyme más innovadora del sector del metal de AECIM (2008). RAMEM ha visto recientemente reconocida su labor de dinamización de la transferencia de tecnología entre el mundo académico y el industrial con la concesión del premio FUE en 2011 a la Colaboración Universidad-Empresa.
La tecnología que desarrolla RAMEM en espectrometría de movilidad iónica es una tecnología de detección espectral de compuestos volátiles orgánicos (COVs) mediante la ionización de éstos, su separación en un campo eléctrico cruzado con un caudal de aire y su detección. La magnitud física que se mide, la movilidad iónica, es la razón entre la velocidad que adquiere un ion en un campo eléctrico a presión no nula y el valor de ese campo eléctrico, y está relacionada con la masa, la carga y la forma de ion. El aspecto novedoso de la tecnología de RAMEM es su alta resolución, que puede llegar a doblar a la espectrometría de movilidad iónica tradicional (por tiempo de vuelo), permitiendo una mejor identificación de los COVs. Las aplicaciones de esta tecnología son numerosas, desde la físico-química atmosférica al diagnóstico médico, pasando por la química analítica, la seguridad (detección de explosivos, tóxicos industriales y agresivos químicos) o el control agroalimentario.
Los primeros trabajos fueron de carácter muy fundamental (vigilancia tecnológica y de mercado, especificaciones, diseños de concepto, modelización numérica) y luego más experimental (fabricación de componentes, ensayos, caracterización, desarrollo de aplicaciones). Actualmente nos encontramos en fase de ensayos finales.
4.- ¿Cuáles son sus socios científicos y tecnológicos?
Para RAMEM, siendo una pyme con recursos limitado, es crítico rodearse de una red de colaboradores que la provean de conocimientos y tecnologías complementarias y que son igualmente necesarias. Los conocimientos aportados a RAMEM por universidades y centros de investigación pertenecen a distinto campos de la ciencia y la técnica, como son: ciencia de aerosoles, materiales, química analítica, electrónica, electrostática, mecánica de fluidos, vacío, microelectrónica, tratamiento de señal, mecanizado, óptica. En la actualidad, RAMEM tiene abierta colaboraciones con unas diez universidades y centros de investigación:
- Universidades: Universidad de Barcelona, Universidad de Córdoba, Universidad de Oviedo, Universidad de Autónoma de Madrid y Universidad de Politécnica de Madrid.
- Centros del CSIC: Centro Nacional de Microelectrónica, Instituto de Catálisis y Petroleoquímica, Instituto de Física Aplicada y Centro Nacional de Investigaciones Metalúrgicas.
- Centros Tecnológicos: Centro de Estudios Ambientales del Mediterráneo (CEAM) y Centro Tecnológico PRODINTEC
- Centros en el extranjero: Universidad de Duisburg-Essen (Alemania)
5.- ¿Cuál es la situación de esta tecnología a nivel internacional y cómo espera que sea su evolución y la del mercado? ¿Cómo ve el futuro de su sector en España?
La tecnología IMS se encuentra en una fase muy madura y las crecientes necesidad de detección de trazas, sobre todo en el ámbito de la seguridad, hacen que se están desarrollando alternativas. Previsiblemente cada tecnología encontrará un nicho de aplicación en función de sus prestaciones, con lo cual no creemos que una tecnología cope todo el mercado. En España la situación en cuanto a seguridad no es distinta que los países de nuestro entorno. Pensamos que probablemente España no será uno de los primero países en adoptar nuevas tecnologías de seguridad o análisis químico debido a restricciones presupuestarias y a necesidades específicas.
