El mercado laboral se enfrenta a la paradoja de un alto paro y de miles de puestos sin cubrir por falta de talento cualificado.
Las nuevas tecnologías disruptivas están revolucionando el mundo empresarial... y la forma de trabajar. Mucho se ha escrito sobre el verdadero impacto de la digitalización y la robotización en el empleo, y en lo que todos los expertos están de acuerdo es en que buena parte del trabajo no desaparecerá, sino que se transformará. Y en ese proceso están nuestras empresas. "En 2020, el 45% de las profesiones que conocemos actualmente van a tener relación con lo digital", expresa el director general internacional del portal web Trabajando.com, Javier Caparrós.
Esta creciente apuesta por la digitalización abre un abanico de nuevos puestos de trabajo que las empresas deben cubrir. Así, el estudio realizado por PricewaterhouseCoopers (PWC) cuenta que las compañías están realizando una mayor inversión en el internet de las cosas, la inteligencia artificial –estas dos ligadas al análisis de datos– y la robótica, ya que prevén que revolucionarán el entorno empresarial en los próximos cinco años. Igualmente, la ciberseguridad, tras el ataque del virus Wanna Cry, va a ser otro puesto laboral muy demandado por las empresas. Los ingenieros y arquitectos de datos son perfiles muy reclamados por las compañías en la actualidad, ya que los usos que se pueden dar con ellos son muy variados.
Las empresas reclaman personal que puedan incluirse en esta aventura de las nuevas tecnologías disruptivas. Así lo afirma Alfonso Aznar, director general de Tecnología y de Innovación de Havas: "El 95% de las empresas que están trabajando en realidad virtual en España, va a contratar a gente. Es un sector que el pasado año movió unos 45 millones de euros".
Sin embargo, los expertos aseguran que la falta de formación de los jóvenes en el ámbito tecnológico es el mayor problema a solucionar. El sistema educativo está alejado de las necesidades de las empresas, por lo que encontrar talento cualificado en la materia es muy complicado. "Seguimos formando con la misma sistemática y metodología de siempre. El mundo es colaborativo no competitivo", afirma Pilar Llácer, directora senior de Management Program de ICEMD, Instituto de Economía Digital.
En esta revolución digital hay perfiles que pierden su valor mientras que las nuevas necesidades laborales no se logran cubrir a corto plazo, dándose la paradoja de que la falta de personal formado que demandan las empresas coincide con altos porcentajes de paro, saliendo perdiendo la economía del país. Sobre esta materia, el director general de ICEMD, Javier Benayas pone el foco en un doble reto para combatir este problema: "Hay que transformar y reconvertir de manera urgente a los profesionales que actualmente están en el mercado en búsqueda de empleo y, por otra parte, asegurarnos desde los colegios y universidades no incorporar al mercado potenciales personas directamente al paro, porque les hemos preparado en competencias no demandadas y en desuso".
Igualmente, el modelo de negocio empresarial dará un vuelco con la irrupción de las nuevas tecnologías. Así lo ve el experto Javier Sirvent, que piensa que las estructuras jerárquicas tal y como las conocemos cambiarán. "Las estructuras de las empresas siguen siendo: jefe, subdirector... todo eso ya no funciona. El concepto de jefe debe transformarse en líder, y hasta que eso no cambie, la transformación digital en España no funcionará".
La cultura tradicional de las empresas cambiará de arriba a abajo y la figura que va a cobrar un importante protagonismo va a ser la del CEO. Su papel es fundamental a la hora de fijar la estrategia y de priorizar las inversiones necesarias en esta nueva era. El objetivo al final es la de entender al cliente y conectar con él. "Las empresas de éxito ponen al cliente en el centro de su compañía más que nunca", sentencia Benayas.