La genómica está cada vez más presente en nuestra sociedad, y en particular en temas de salud, como confirma el incremento del número de noticias en los medios de comunicación sobre la relación entre genes y enfermedades.
Un interés social justificado tanto por las enormes expectativas futuras como por realidades palpables como los test genéticos ya integrados en los protocolos de actuación clínica de muchas especialidades como la prenatal y la oncología, simplificando los procedimientos o sustituyendo técnicas invasivas, como la amniocentesis, por técnicas más sencillas, simples y económicas como la extracciones de sangre. En otros casos, como enfermedades raras, la información genética nos está permitiendo identificar de manera precisa el origen de enfermedades de complejo diagnóstico clínico.
Países de nuestro entorno como Reino Unido, Francia, Dinamarca, Suiza o EE.UU. ya han puesto en marcha ambiciosas iniciativas nacionales centradas en la genómica y el posterior análisis de la información (análisis bioinformático), con el objetivo de mejorar la calidad de vida de su población, y al mismo tiempo reducir los costes de sus sistemas de salud. En España esperamos que este tipo de iniciativas no tarden en iniciarse y se integren como parte de las estrategias de los sistemas de salud nacional y autonómicos.
La implantación de la genómica en el ámbito sanitario requerirá una infraestructura técnica adecuada, incluyendo servicios de secuenciación genómica y bioinformática, que produzcan datos de calidad con unos estándares adecuados para el uso en medicina
Evidentemente la implantación de la genómica en el ámbito sanitario requerirá una infraestructura técnica adecuada, incluyendo servicios de secuenciación genómica y bioinformática, que produzcan datos de calidad con unos estándares adecuados para el uso en medicina. Estas infraestructuras se integrarán en la actividad hospitalaria al igual que anteriormente lo hicieron otras como los servicios de radiología, resonancia magnética, bancos de sangre o anatomía patología.
Estas nuevas infraestructuras deben sustentarse tanto en profesionales bioinformáticos, como en la formación de los médicos y demás personal sanitario para la integración de los resultados en la práctica clínica diaria. Actualmente, la escasez de bioinformáticos entrenados para el desarrollo de su actividad en el ámbito hospitalario y la falta de formación del personal sanitario hacen acuciante la puesta en marcha de programas de formación en ambas direcciones.
En la Comunidad de Madrid se han puesto en marcha dos iniciativas para atender estas necesidades. La primera es el Máster en Bioinformática y Biología Computacional (Universidad Autónoma de Madrid, UAM), consolidando el curso que veníamos impartiendo durante los últimos 13 años como título del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII). Este Máster oficial tiene la finalidad de entrenar profesionales e investigadores en técnicas avanzadas tanto para la implementación de nuevos métodos como para el análisis de la compleja información genómica. Esta formación puede considerarse equivalente a la de los especialistas que llevan a cabo el análisis y la interpretación de las imágenes radiológicas en los hospitales.
La segunda iniciativa consiste en el Máster de Bioinformática Aplicada a Medicina Personalizada y Salud que se empezará a impartir en Enero de 2018 en el Instituto de Salud Carlos III. Este Máster, título propio de la Escuela Nacional de Salud del ISCIII, tiene la finalidad de formar profesionales incluyendo médicos y otro personal sanitario, para el correcto análisis, interpretación de la información provista por los bioinformáticos en práctica clínica. Esta iniciativa que creemos pionera en nuestro país comenzará a introducir en el sistema de salud profesionales altamente capacitados en el uso de esta nueva disciplina.
Este nuevo Máster es el resultado de la colaboración entre el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), el Centro Nacional de Supercomputación-Barcelona Supercomputing Center (BSC-BNS), el Instituto de Salud Carlos III y la Fundación Española para la Cooperación Internacional Salud y Política Social (FCSAI), con la participación tanto en la docencia como en las prácticas de los principales hospitales de la Comunidad de Madrid.
