El fonendoscopio
El fonendoscopio es el único instrumento capaz
de situar la subterránea tristeza del corazón.
Plantaciones de margaritas, cubiteras de hielo,
obuses rojos, se descubren con increíble asombro
al. amplificar el sonido de adentro.
El ahogo de algunos corazones irrecuperables
se detecta en los oídos como un pitido débil,
mientras que los corazones con amplios espacios
de hierba retumban en los tímpanos durante horas.
El fonendoscopio permite detectar la hondura roja
y los soplos de viento en el corazón.
La existencia de viento en el latido puede deberse
a muchas causas: dormir sobre caballos alados,
encerrarse en una habitación con tres mil
mariquitas voladoras, rozar una mano
con la yema de los dedos.
Para los corazones empeñados en hacer viento,
el riesgo de locura y de abandono es alto,
dado el desequilibrio que supone tener siempre
gente volando por el corazón.
Auscultar las máquinas tragaperras, los buzones,
las ventanas del tren. Ir escuchando corazones de gente
por las calles, en las multitudes, en los amontonamientos.
Poner el fonendoscopio en las manos, en la espalda,
en las puertas, en los labios, para atender al ruido de adentro*.
Situar el fonendoscopio sobre tu respiración,
sobre tu calma, para diagnosticar la descorazonada tristeza
de tu cercanía.
*Raúl Vacas Polo: El ruido de adentro