El tesorero de Isabel de Farnesio, la controvertida esposa de Felipe V, compró a principios del siglo XVIII unas tierras al marqués de Olmeda para construir una ciudad industrial. Juan de Goyeneche, político y editor, llamó a José Benito de Churriguera para planificar la integración de las fábricas de paños, gamuza, forja o jabón que allí se levantarían y las residencias de los obreros, las iglesias y un palacio. Bautizó aquello como Nuevo Baztán, en homenaje al valle navarro del que procedía. Hoy, una ruta creada por la Fundación madri+d repasa la génesis y la conservación de ese conjunto monumental.
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