• Angina de pecho

    Si la mitad de mi corazón está aquí, doctor,
    la otra mitad está en China,
    en el ejército que desciende hacia el Río Amarillo;
    y, luego, todas las mañanas, doctor,
    todas las mañanas, al alba,
    mi corazón es fusilado en Grecia.
    Y después, cuando los prisioneros caen en el sueño,
    cuando los últimos pasos se alejan de la enfermería,
    mi corazón se va, doctor,
    hasta una vieja casa de madera en Estambul.
    Además, hace diez años, doctor,
    que yo no tengo nada en las manos para ofrecer a mi pueblo;
    únicamente una manzana roja.

  • Cantar

             Dicen que el ave divina
    trocada en pobre gallina,
    por obra de las tijeras
    de aquel sabio profesor
    (fue Kant un esquilador
    de las aves altaneras;
    toda su filosofía,
    un sport de cetrería),
    dicen que quiere saltar
    las tapias del corralón,
    y volar
    otra vez, hacia Platón.
    ¡Hurra! ¡Sea!
    ¡Feliz será quien lo vea!

  • Heráclito

    El segundo crepúsculo.
    La noche que se ahonda en el sueño.
    La purificación y el olvido.
    El primer crepúsculo.
    La mañana que ha sido el alba.
    El día que fue la mañana.
    El día numeroso que será la tarde gastada.
    El segundo crepúsculo.
    Ese otro hábito del tiempo, la noche.
    La purificación y el olvido.
    El primer crepúsculo?
    El alba sigilosa y en el alba
    la zozobra del griego.
    ¿Qué trama es ésta
    del será, del es y del fue?
    ¿Qué río es éste por el cual corre el Ganges?
    ¿Qué río es éste cuya fuente es inconcebible?

  • Cero-fragmento-

    Invitación al llanto.

  • Gamma-5

    Dice Blojintsev: No existe partícula alguna libre, aislada,
    abandonada a sí misma. Aun en el caso de que las partículas estén
    considerablemente alejadas unas de otras, siguen perteneciendo al
    medio que las ha creado y que se encuentra en un estado de
    movimiento continuo.


    Soy múltiple. No yo.
    Soy un enjambre.
    Soy todos-nadie.
    Soy un millón,
    mil millares de millones
    de células, sistemas, micro-objetos.
    Soy todo
    menos un yo.
    Soy un sistema
    de ordenación abstracta
    como Dios.
    Todo funciona,
    no sé por qué.

  • Teoría cuántica

    El calor irradiado -lo mismo por una fogata campestre
    que por las explosiones atómicas al centro del sol-
    no forma un flujo continuo:
    se parece más al latir del corazón
    que al pausado tránsito de un río,
    porque la radiación procede por saltos cuánticos.

    Tal vez nuestro conocimiento
    proceda de la misma forma.
    Que en el campo de la física
    se haya asignado números enteros
    a cada uno de estos saltos,
    y que en las distintas tradiciones
    existan rituales de iniciación para cada pasaje,
    en nada altera el fenómeno fundamental.

  • Velocidad de los átomos

    Ahora qué velocidad se les ha otorgado a los cuerpos de la
    materia, de lo que sigue, Memmio, puedes conocer en pocas
    palabras. En primer lugar cuando la aurora inunda las tierras con
    su nueva luz y los variopintos pájaros, volando por apartados
    bosques, a través del suave aire llenan los lugares con sus
    límpidos trinos, cuán súbitamente suele el sol al nacer en tal
    momento envolverlo todo bañándolo con su luz vemos que es
    para todos claro y manifiesto.

  • El museo universal

    EL PROGRESO
    Avanza velocísima la audaz locomotora,
    Cruzando la llanura en alas del vapor,
    Rompiendo la montaña con furia destructora,
    La selva atravesando con ruido atronador.

    ¡Avanza, y a su paso las fieras se estremecen,
    Los bosques se separan, y se retira el mar:
    A su mandato altivo los montes obedecen,
    Que obstáculos no puede su carrera hallar!
    ¡Miradla, es del Progreso la máquina divina,
    Que arrastra en sus wagone's la libre humanidad,
    Que siempre adelantando, sin descansar camina

  • Cuatro cuartetos

    El conocimiento Impone una estructura, y falsifica,
    pues la estructura es nueva en cada momento
    y cada momento es una nueva y chocante
    valoración de todo lo que hemos sido.
    Sólo nos desengañamos
    de lo que, engañando, ya no podría hacer daño.
    En medio, no sólo en medio del camino
    sino en todo el camino, en un bosque oscuro,
    en una zarza,
    en el borde de una ciénaga, donde no se puede hacer pie,
    y amenazado por monstruos, luces fantásticas,
    a riesgo de quedar encantado.

  • Ruedas de fortunaruleta

    Rosa
    de corola profunda.

    ¿Se te atraganta
    la bolita?

    Tienes un cielo
    de joyas falsas
    y te despojan manos
    descarnadas.

    Giras
    sobre turbias pupilas
    en el acre jardín
    de las interrogaciones.
    Giras
    sonámbula y fría.
    Abriendo tu gran cola
    de pavo real de números.