David BM |
|
Dentro del conjunto de factores percibidos como de gran relevancia en el éxito laboral, dejando a un lado aquellos vinculados a la esfera en la cual no estaría presente su propia responsabilidad (por ejemplo, son mencionados los contactos personales y familiares, las características de personalidad, el origen socioeconómico, el género,...), cabe centrarse en aquellos en los que la responsabilidad, y, por tanto, la capacidad de influencia, en mayor o menor medida, se admite. Por este orden, la experiencia laboral, las prácticas laborales o los conocimientos de inglés son destacados sobre el resto de factores, tanto por titulados como por empleadores, por su importancia en la incorporación exitosa del egresado al mercado laboral; sin embargo, a una distancia relevante en cuanto a su notoriedad, mencionan ocasionalmente otros factores que vinculan a las nuevas competencias, las cuales se caracterizan, en los discursos de titulados y empleadores, por una palpable indefinición, que condiciona radicalmente la percepción de estos actores sobre la utilidad real de las mismas en este sentido, a pesar del énfasis que, en el ámbito universitario, vienen adquiriendo.
En general, ni titulados ni empleadores hablan de 'competencias' en sus contextos de trabajo habituales del modo que se ha visto en la exposición de resultados desprendidos de la encuesta REFLEX. |
Más bien sintetizan los aspectos que requiere el mercado en elementos fácilmente observables, y su valor y utilidad viene asociada fundamentalmente a su carácter práctico y resultados palpables (la idea sería algo así como "a hacer algo se aprende haciéndolo", sin necesidad de entrar a analizar sistemáticamente todas y cada una de las cuestiones que componen el hecho de ser capaz de hacerlo) -ver Figura2-.
Figura 2. Percepción de factores determinantes para la inserción laboral en el discurso de los titulados universitarios[6].
La aparente contradicción entre los ámbitos analítico, expuesto a través de los resultados de la encuesta REFLEX, y cotidiano, reflejado en el habla de titulados y empleadores, en cuanto a los factores más relevantes para el desempeño del puesto de trabajo comienza a resolverse indagando con un mayor detalle en el discurso de los actores involucrados. Es ahí donde se hace posible evidenciar dos aspectos: en primer lugar, el hecho de que factores generales mencionados, como la experiencia laboral previa, aparecen relacionados en el mismo campo semántico con elementos competenciales y actitudinales también destacados habitualmente en el análisis de encuestas (que tienen que ver con la capacidad de desenvolverse y relacionarse con soltura en el ámbito de trabajo, la autonomía, la iniciativa, la capacidad de organizarse el tiempo en el trabajo, el conocimiento práctico de herramientas y productos, la capacidad de esfuerzo, la responsabilidad y el compromiso con la labor a realizar, etc.) y, en segundo lugar, el condicionamiento instrumental subyacente a las dificultades en la captación y en la definición compartida de las competencias por parte de empleadores y titulados, entendiendo tal condicionamiento como la falta de herramientas, criterios y estándares que hagan accesible el 'uso' común de las mismas en el sentido en que, por ejemplo, se trabaja desde las universidades.
Tras la descripción de cada uno de los factores destacados por estos actores, se hace posible establecer puentes entre los ámbitos mencionados e identificar elementos competenciales relevantes. Precisamente es con algunos de estos elementos donde, en virtud de su responsabilidad y autonomía, las universidades pueden trabajar para 1) la superación del condicionamiento instrumental[7] en la captación y definición de competencias asociadas a los factores de mayor interés, mediante procesos y herramientas que minimicen tales efectos (por ejemplo, a través de una labor de definición y selección de competencias compartida con empleadores y titulados), y 2) la incorporación de contenidos y metodologías contrastados que hagan posible a los estudiantes la adquisición de tales elementos competenciales (podríamos citar exposiciones orales, dinámicas de grupo, prácticas guiadas y un largo etcétera), para, en definitiva, procurar una futura incorporación más ajustada de estas personas a los puestos de trabajo ofertados en la Sociedad del Conocimiento.
|
| será necesario seguir empleando esfuerzos en informar a los diferentes actores implicados para ayudarles en la toma de decisiones | |
Además, será necesario seguir empleando esfuerzos, por una parte, en informar a los diferentes actores implicados (universidades, empleadores, estudiantes,...), para ayudarles en la toma de decisiones, y, por otra, en la potenciación y en la organización de la cooperación entre dichos actores, de forma que, teniendo en consideración la conciliación de sus respectivos intereses, se marquen responsabilidades y compromisos para todos y cada unos de ellos. Así, por ejemplo, podemos mencionar la construcción de marcos y reforzamiento de acciones que posibiliten que actores clave de la sociedad y el mercado ajenos a la Universidad se involucren junto a ésta en labores concretas de interés común, como pueden ser la propia definición de objetivos generales realistas en la enseñanza universitaria y consecución de los mismos. Además, será preciso promover iniciativas y canales concretos para compartir y difundir experiencias, herramientas e información[8], que contribuyan a redefinir y a revalorizar el papel de la Universidad como motor de desarrollo económico y social.
Como conclusión final, y sobre la base de estudios existentes (sin menoscabo de que sea necesario continuar elaborando otros nuevos), simplemente resta hacer hincapié en la necesidad de centrarse, desde ya, en el trabajo de diseño e implantación sistemática de procesos que contribuyan decisivamente a mejorar importantes debilidades en cuanto a equidad, eficiencia, competitividad,... que, una vez más, han demostrado ser más evidentes en lo que respecta a la contribución del sistema universitario a la mejora de las condiciones sociales y laborales de los ciudadanos.
[1] 'The Flexible Professional in the Knowledge Society: New Demands on Higher Education in Europe'. La gestión y coordinación del proyecto a nivel europeo se ha llevado a cabo por el Research Centre for Education and the Labour Market de la Universidad de Maastricht. En España el proyecto se ha gestionado en colaboración entre la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (ANECA) y el Centro de Estudios en Gestión de la Educación Superior de la Universidad Politécnica de Valencia (CEGES); asimismo ha contado con la participación de 48 universidades españolas y, especialmente, de las Comunidades Autónomas de Andalucía y Castilla y León. [2] ANECA y CEGES. Informe ejecutivo. El profesional flexible en la Sociedad del Conocimiento. (Madrid, 28 y 29 de junio de 2007). https://www.aneca.es/estudios/estu_oil.asp. El citado informe ofrece datos comparativos de hasta trece de los países europeos que han colaborado en el proyecto y es una primera aproximación descriptiva a algunos resultados de la encuesta REFLEX realizada, cinco años después de acabados sus estudios, a universitarios europeos graduados en el curso 1.999/2.000. En el marco del Proyecto REFLEX se han encuestado cerca de 40.000 graduados en toda Europa y más de 5.500 en España. La ficha técnica completa puede consultarse en el citado informe. [3] Han sido marcadas en color verde las letras de aquellas competencias que, de entre diecinueve estudiadas y dentro de cada rama de conocimiento, los titulados han considerado menos deficitarias en lo que respecta a la diferencia entre el nivel de competencias necesario para el desempeño del puesto de trabajo actual y la contribución de la carrera al desarrollo de tales competencias. Por el contrario, en color rojo se han señalado las más deficitarias. [4] Junto a cada una de las letras de las competencias seleccionadas, se ofrece, en una escala entre -6 y +6 puntos, la diferencia numérica entre el nivel de competencias necesario para el desempeño del trabajo actual y el nivel de contribución de la carrera el desarrollo de competencias. [5] Fuentes: Estudios cualitativos realizados por ANECA sobre reuniones de grupo con titulados universitarios y con empleadores. [6] Las posiciones ocupadas por los diferentes factores representados en la gráfica, en ningún caso habrán de interpretarse como posiciones cuantitativas, sino discursivas -y, por tanto, no cuantificables-. Aun siendo así, para algunos de ellos se da una confirmación cuantitativa de su relevancia a través de encuestas. Por ejemplo, los 'contactos personales y familiares' aparecen en multitud de encuestas como un factor muy destacado a la hora de definir la consecución de un empleo (ver en encuestas como REFLEX -2007-, ASUG -Estudo da inserción laboral dos titulados no Sistema Universitario de Galicia 2001-2003. 2006. Santiago de Compostela-, AQU -Educació superior i treball a Catalunya: anàlisi dels factors d'inserció laboral. 2007. Barcelona-,...); del mismo modo que se da relevancia en algunas de las mismas a factores relacionados con las 'características de personalidad' del titulado (AQU -2007-) o su 'experiencia laboral' previa (ASUG -2006-). [7] Asumida la conocida cita de A. Einstein, "Not everything that counts can be counted, and not everything that can be counted counts", para conseguir que a la postre factores con un papel importante en el tema que nos ocupa, pero a priori dificilmente manejables, evidentes o medibles, no queden relegados a un segundo plano, por detrás de otros menos determinantes aunque de más fácil captación, es preciso esforzarse en hacer ver la importancia de los primeros sobre los segundos y en conseguir que su uso sea más accesible a través de definiciones, indicadores, instrumentos,... que lo posibiliten. [8]Un ejemplo de este tipo de iniciativas lo encontramos en la web del Observatorio Universitario de Inserción Laboral (https://insercionlaboral.net/ ), promovida por varias Agencias de Calidad. |