Fecha
Autor
Herminia Peraita Adrados (Catedrática de Psicología Básica de la UNED)

Detección precoz del deterioro cognitivo ligero del envejecimiento

En el ámbito de la investigación actual en Deterioro Cognitivo Ligero del envejecimiento, se plantean hoy día tres retos principales: el primero es llegar a definir con la mayor precisión posible el concepto mismo de DCL que, hasta el momento, y desde su creación por Petersen, en la Clínica Mayo en 1999, ha sufrido reconsideraciones varias. Por ello, a pesar de su importancia teórica y de sus implicaciones clínicas en el campo citado, no ha logrado la estabilización conceptual necesaria.
Al mismo tiempo, y derivado de lo anterior, es necesario definir y caracterizar los subtipos o subperfiles con los que puede presentarse dicho DCL, pues empezó considerándose como un síndrome unitario, de base amnésica principalmente, y con un futuro de clara evolución hacia la Enfermedad de Alzheimer, para años más tarde, en torno a 2004, aceptar la existencia de tres subtipos de DCL, de distinta base etiológica y diversas trayectorias.

En el momento actual hay dos tendencias en investigación (y probablemente en clínica): la que considera que la caracterización en tres subtipos es insuficiente, y que probablemente haya que caracterizar este síndrome de una manera más diversificada (por poner un ejemplo, donde antes se consideraba un síndrome de DCL amnésico, ahora se considera la existencia de un DCLa monodominio y de otro multidominio y donde antes se veía un síndrome evolutivo, es decir en todos los casos evolucionaba hacia un empeoramiento y generalmente desembocaba en la EA u otra demencia, actualmente se considera la posibilidad de un DCL estable sin el mal pronóstico de una evolución a demencia al menos a corto y medio plazo). Es más, no se considera la necesidad de establecer una correspondencia entre subtipos de DCL, etiologías y posibles trayectorias, dejando el campo mucho más abierto. La otra tendencia opera en sentido contrario: es decir hay trabajos de investigación que vuelven a considerar el DCL como un síndrome complejo pero más o menos unitario.

Volviendo a los retos que se han planteado al principio de este trabajo, el tercero estaría ligado a la búsqueda de marcadores que permitan detectar lo más tempranamente posible este síndrome, pues por muchas clasificaciones que se hagan del mismo, es evidente que alguna o algunas de sus modalidades, evoluciona antes o después a determinados tipos de demencia. Por ello, lo que hace unos años se consideraba investigación en detección precoz de la EA, hoy se podría decir que en muchos casos coincide con los programas de investigación en detección temprana del DCL.

En este sentido, aunque durante mucho tiempo los principales marcadores han sido de tipo neuropsicológico, pues las pruebas con las que se intentaba detectar y valorar se basaban en el deterioro de los procesos cognitivos subyacentes al declinar cognitivo que se da en el DCL, sin abandonar estas, hoy se enfatiza más la necesidad de complementar esta evaluación neuropsicológica con la obtención de biomarcadores, periféricos o no, y con datos procedentes de pruebas de imagen cerebral, más en concreto imágenes por Resonancia Magnética, tanto estructural como funcional, y PET.

Nuestra investigación se centra en la Detección precoz del DCL en una muestra de personas de entre 60 y 90 años de edad residentes en la zona Noroeste de la CAM

En el primer caso, las pruebas neuropsicológicas evalúan la integridad, o no, de los distintos procesos y funciones cognitivas, que pueden verse afectadas desde los primeros momentos del DCL, ya sea memoria, atención y función ejecutiva, lenguaje y razonamiento, praxias, concepción espacial y otras, y este tipo de evaluación es importante, pues es el que da la clave de qué tipo de DCL puede estar padeciendo la persona que lo sufre; no es lo mismo, tanto a efectos del diagnóstico como del tratamiento -sobre todo si éste es no farmacológico- tener afectada sólo la memoria episódica, o la memoria operativa y la función ejecutiva, que las praxias o el lenguaje, etc. De hecho la afectación de uno o más sistemas cognitivos y práxicos, es lo que ha dado pie a las distintas caracterizaciones y subtipos de DCL.

En este marco, nuestra investigación, dirigida por H. Peraita en el Dto. de Psicología Básica de la UNED, se centra en la Detección precoz del DCL en una muestra de personas de entre 60 y 90 años de edad residentes en la zona Noroeste de la CAM, y, al ser un estudio longitudinal pretende seguir tanto el curso o trayectoria evolutiva de los participantes que han sido evaluados como sanos al inicio, o línea base, como de aquellos que han sido considerados como DCL, siguiendo los criterios psicmétricos al uso, y clasificados éstos últimos en cada uno de los tres subperfiles habituales en este tipo de investigaciones: amnésicos, no amnésicos y mixtos o multidominio. Al mismo tiempo se pretende analizar la trayectoria evolutiva de cada uno de los subgrupos que conforman la muestra, así como introducir en esta investigación el análisis de otros marcadores complementarios que no sean meramente las pruebas neuropsicológicas, a las que, sin embargo, se les atribuye una importancia fundamental, con la finalidad de tratar de establecer relaciones entre los resultados de las pruebas cognitivas y determinados biomarcadores.

Los marcadores complementarios citados son el estudio de la volumetría cerebral mediante RM estructural, llevado a cabo[1] en una submuestra de participantes con DCL y otra de sanos, equiparados en determinadas variables de interés, tales como sexo, edad y nivel educativo, así como el estudio de algunos marcadores periféricos, en concreto el estudio de cortisol en saliva, analizado[2] en tres momentos diferentes del día.

Los resultados obtenidos son muy interesantes en el sentido de que con la batería de pruebas neuropsicológicas aplicada, se ha podido detectar que casi el 50% de la muestra inicial -que se esperaba sana desde el punto de vista cognitivo, ya que se habían aplicado criterios de inclusión y exclusión rigurosos- , presenta algún tipo de deterioro cognitivo, es decir bastante más de lo esperado. El otro 50 % no presenta deterioro alguno. En el seguimiento realizado anualmente a toda la muestra se ha podido observar que si bien algunos participantes presentan una gran estabilidad "cognitiva" y permanecen en el grupo en el que fueron clasificados al inicio -sanos o DCL en los tres subgrupos citados más arriba-, otros presentan una relativa inestabilidad y no se mantienen año tras año en el mismo grupo. Por otra parte, y tal y como se esperaba, un porcentaje reducido de participantes ha evolucionado hacia la EA u otros tipos de demencia desde que se inició el estudio. Por último los resultados de las RM obtenidas a partir de una muestra de 40 personas, mitad sanas y mitad DCL, ponen de manifiesto que incluso en periodos iniciales de un DCL, determinadas áreas cerebrales presentan una diferencia de volumen estadísticamente significativa respecto a los sujetos sanos y los patrones circadianos de cortisol también difieren entre sujetos controles sanos y aquellos que tienen un DCL de determinadas características[3].

Para concluir hay que citar la gran dificultad de un estudio longitudinal de este tipo llevado a cabo con personas de edades avanzadas, no sólo por la logística de su puesta en marcha y su mantenimiento en el estudio, sino por problemas estadísticos importantes en el tratamiento de los datos y ausencia casi total de datos normativos en población española de estas edades.


[1] El equipo que lleva a cabo esta parte del estudio está dirigido por el Dr. Juan Linera en la Fundación Reina Sofía/Fundación CIEN de Madrid (Centro de estudios en enfermedades neurológicas)
[2] Este estudio está coordinado por un equipo de psicobiólogos de la UNED, en concreto el Prof. César Venero y la Prof. Azucena Valencia. Este equipo, junto con el dirigido por la Prof. Peraita (Carmen Díaz y Sara García), forman parte de RETICEF (Red temática de investigación cooperativa en envejecimiento y fragilidad) financiado por el Instituto de Salud Carlos III
[3] Esta investigación ha sido financiada con los proyectos SEJ2004/04233 del MEC y SEJ2007/63325 del MICINN

Díaz, C. y Peraita, H. (2008). Detección precoz del deterioro cognitivo ligero de la tercera edad. Psicothema, Vol. 20, Nº. 3, 438-444. www.psicothema.com/pdf/3505.pdf  

Díaz, C., García, S. y Peraita, H. Estimación de la influencia de algunas variables de algunas variables de calidad de vida en los resultados de un conjunto de pruebas neuropsicológicas. Revista Española de Geriatría y Gerontología, vol. 44, nº 01. 2009 www.psiquiatria.com/buscador/proxy.ats  

Díaz, C. García, S. y Peraita H. Detección precoz del DCL y conversión a la enfermedad de Alzheimer: un estudio longitudinal de casos. Psicogeriatría; 2(2): 105-111. 2010 www.psiquiatria.com/buscador/proxy.ats?item_type  

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