Los planetas enanos más allá de la órbita de Neptuno se han mantenido en un halo de relativo misterio debido a la distancia a la que se encuentran y su pequeño tamaño.
Un equipo de investigadores respaldado por el proyecto financiado con fondos europeos LUCKY STAR (Exploring the outer solar system beyond Neptune using stellar occultations) informó recientemente de varios descubrimientos sorprendentes, entre los que se incluye el primer cuerpo del sistema solar más allá de Neptuno que posee un anillo.
Situado más allá de Neptuno, Haumea es uno de los cinco planetas enanos, una categoría nueva que adoptó la Unión Astronómica Internacional (UAI) en 2006 para dar cabida a los nuevos hallazgos planetarios. Haumea se descubrió por vez primera en 2008 y, en comparación con el resto de planetas enanos, Plutón, Ceres, Eris y Makemake, se ha averiguado poco sobre el mismo.
Investigadores respaldados por el trabajo del proyecto financiado con fondos europeos LUCKY STAR informaron recientemente de cómo emplearon modelos predictivos y observaciones obtenidas en enero de 2017 por doce telescopios de diez observatorios europeos para medir con precisión el tamaño, la forma y el entorno de Haumea.
OCULTACIÓN ESTELAR PARA MEDIR PLANETAS
Hasta ahora se sabía que Haumea tardaba 285 años en terminar una rotación alrededor del Sol y que tenía forma de balón de rugby. No obstante, tal y como desvelaron los investigadores en Nature, mediante el estudio de una zona más allá de la órbita de Neptuno conocida como el 'Cinturón de Kuiper', también descubrieron que Haumea tiene un anillo que lo rodea con un radio aproximado de doscientos noventa kilómetros, setenta kilómetros de ancho y un 50% de opacidad. Anteriormente se pensaba que los anillos se podrían encontrar en mayor medida alrededor de los cuatro planetas exteriores, Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno.
El anillo de Haumea rota alrededor del planeta tres veces más despacio que la propia rotación del planeta sobre su propio eje. Según el Dr. José Ortiz, uno de los autores del artículo, el anillo de setenta kilómetros de ancho está probablemente compuesto de roca y hielo. Estas partículas congeladas podrían ser el resultado de los restos creados por impactos de rocas a la deriva.
También se ha sugerido que el anillo lo podría haber creado el propio planeta, ya que Haumea rota a una velocidad especialmente alta, una vez cada 3,9 horas, y por tanto podría sacar partículas hacia su órbita. Además, el anillo está situado relativamente lejos del planeta (a unos mil kilómetros de distancia), lo que puede deberse a la forma de elipsoide del planeta.
El diámetro de Haumea es un tercio del tamaño de la Luna y su eje más largo es casi tan largo como el diámetro de Plutón. Además, el planeta tiene un satélite de gran tamaño en el mismo plano del anillo y un segundo satélite de menor tamaño.
SECRETOS DEL SISTEMA SOLAR EXTERIOR QUE REPLANTEAN LOS CONOCIMIENTOS VIGENTES
Hasta este descubrimiento, el no haber encontrado anillos alrededor de Plutón provocó que se propusiera que ningún objeto más allá de Neptuno podría mantener este tipo de estructuras. Además, se pensaba que los anillos eran exclusivos de los planetas gigantes hasta que en 2014 los mismos investigadores descubrieron anillos alrededor de cuerpos similares a asteroides denominados centauros en órbita entre Júpiter y Neptuno.
La exploración del sistema solar exterior más allá de Neptuno se considera una labor extremadamente didáctica, dado que la región podría ofrecer indicios sobre el origen y la evolución del sistema plantario al completo. Aún contiene material primordial inalterado y por tanto guarda una memoria de las primeras migraciones planetarias.
El proyecto financiado con fondos europeos LUCKY STAR se creó para estudiar los cuerpos transneptunianos y se encuentra a la vanguardia del uso de la técnica ocultación estelar mediante la que formas, atmósferas y anillos se desvelan al pasar por delante de la luz emitida por estrellas.
Referencia bibliográfica:
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