El altímetro radar de CryoSat detecta las más mínimas variaciones en la altura del hielo de todo el continente, incluso en los pronunciados márgenes continentales, donde se producen la mayoría de las pérdidas de hielo. Cabe destacar que la órbita del satélite llega a latitudes a menos de 200 km de los polos norte y sur, más cerca que otros satélites de observación de la Tierra. Evidentemente, la misión también sirve para registrar los cambios en el grosor del hielo que flota en los océanos polares, algo especialmente importante para el Ártico.
Este nuevo 'modelo de elevación digital' se hizo público en la reunión de científicos de CryoSat que tuvo lugar en Banff, Canadá. Tom Slater, investigador del Centro de Observación y Modelización Polar (CPOM por su nombre en inglés) del Reino Unido, explica: "Hemos empleado unos 250 millones de mediciones realizadas por CryoSat entre 2010 y 2016 para crear la imagen más completa de la elevación del hielo antártico disponible hasta la fecha".
Altura del hielo. / CPOM
Mostrar la superficie de la Antártida con tal nivel de detalle permite emplear el mapa en multitud de aplicaciones, desde la planificación de trabajos de campo hasta la modelización de la capa de hielo. Además, también permite a los científicos distinguir cambios en la topografía y el movimiento del hielo al trabajar con otras mediciones satelitales, como las utilizadas para calcular el equilibrio entre el crecimiento de la capa de hielo por la acumulación de nieve y el hielo que se pierde por el deshielo o la creación de icebergs.
Este modelo pronto estará disponible de forma gratuita en el portal de CPOM, que ofrece información sobre el volumen y el grosor de la banquisa, la velocidad del hielo y, en breve, también sobre las capas de hielo. El director del CPOM, Andrew Shepherd, añade: "Queremos que el modelo de elevación digital esté accesible para todo aquel que utilice en su trabajo medidas topográficas de la superficie de la capa de hielo". "Este modelo no solo aportará beneficios a los estudios del hielo antártico, sino también a las proyecciones sobre el futuro aumento del nivel del mar".
Por su parte, el responsable de la misión CryoSat de la ESA, Tommaso Parrinello, aclara: "Aquí en Banff nos estamos enterando de los grandes resultados obtenidos en la misión". "Parece claro que la disminución del hielo polar es uno de los primeros efectos adversos del cambio climático, pero disponer de datos concluyentes es fundamental, y esto es precisamente lo que nos permite CryoSat". "También es importante asegurarnos de que los datos del satélite son correctos, por lo que acabamos de poner en marcha en el Ártico una importante campaña para tomar medidas 'de campo' desde el aire y en el hielo para compararlas con las de CryoSat. No va a ser nada fácil, así que les deseamos mucha suerte".