Fecha
Autor
Xavier Pujol Gebellí

Clones

El anuncio de la clonación del primer embrión humano estaba poco menos que cantado. Desde el nacimiento de Dolly, en 1996, y la fortísima campaña mediática que le siguió, ya en 1997, que alguien se atreviera a manipular células humanas para obtener un embrión clónico era simplemente cuestión de tiempo.
Hoy está claro que ni la tormenta ética desatada entonces ni los avisos de prudencia proclamados a los cuatro vientos por la comunidad científica iban a frenar las intenciones de unos pocos visionarios científicos, todos ellos vinculados a la emergente industria biotecnológica norteamericana.

Los trabajos dados a conocer por Advanced Cell Technology (ACT), de los que inmediatamente se han hecho eco los medios de comunicación de todo el mundo, hay que situarlos sin embargo en su justo plano. En primer lugar, al menos desde el punto de vista estrictamente científico, no suponen un avance en absoluto espectacular. En segundo, tampoco dan a entender otra cosa que no sean resultados preliminares todavía a mucha distancia de lo que podría considerarse un éxito real. Finalmente, los trabajos de ACT no presuponen exactamente que la entidad biológica que han logrado pueda considerarse estrictamente un embrión. ¿Qué ha hecho pues la empresa estadounidense?

Lo más notable de su trabajo es su atrevimiento, su capacidad de provocación y, por supuesto, continuar en la línea que unos pocos visionarios emprendieron mediada la década de los noventa alrededor del impredecible Craig Venter, el fundador de Celera, y del astutot Ian Wilmut, el "padre" de la oveja Dolly. Todos ellos tienen nombres y apellidos. Además de los citados, en esta selecta lista se encuentran William Haseltine, exsocio de Venter y uno de los primeros en acuñar el término "medicina regenerativa"; Thomas Okarma, fundador de Geron Corporation, la empresa que ostenta las patentes de los métodos de extracción de células madre embrionarias puestas a punto por la Universidad de Wisconsin, y Michael West, cuya empresa, ACT, surgió precisamente de una escisión de Geron. Entre todos ellos, y la pionera Genentech, se están repartiendo el pastel de la base más fundamental, excitante y prometedora de la nueva medicina. Y todos, como si se hubieran puesto de acuerdo, lo están haciendo por el camino de en medio, prescindiendo de debates éticos y de imposiciones legales.

EL REPARTO ESTRATÉGICO

Haya sido deliberadamente o no, lo cierto es que los actores de esta peculiar obra de teatro han acabado repartiéndose los papeles de forma estratégica. Cada uno de ellos podría constar como autor, y actor, de una obra que podría titularse algo así como "Las claves de la nueva medicina". Veamos:

Craig Venter. Fue el primer francotirador. Ejecutó a la perfección el papel de animador, desarbolando a las primeras de cambio las renuencias del sector público mundial a entrar de lleno en la secuenciación del genoma humano. El ha traído a escena un primer borrador del código genético humano y ha dinamizado la investigación en otros genomas modelo. Su conocimiento de los genes le ha llevado a impulsar una estrategia basada en la venta de datos y en el diseño de fármacos a medida.

Ian Wilmut. Es el padre de la oveja Dolly. Su segundo éxito, a través de la empresa PPL Therapeutics, ha sido impulsar el concepto de pharming comó método para la obtención de fármacos en el organismo de animales modificados genéticamente. El tercero en la historia de este astuto investigador parece radicar en el uso de las técnicas de clonación para la puesta a punto de una entidad biológica de la que extraer células madre embrionarias.

William Haseltine. Acuñó con éxito el término de medicina regenerativa. Aventajado colaborador de Venter, entró de lleno en la guerra de las patentes de genes. Su objetivo es caracterizar el proteoma (conjunto de proteínas) con la finalidad de sentar las bases moleculares de una eventual terapia celular.

Thomas Okarma. Fundador de la compañía Geron. Afirma haber descubierto un filón en las técnicas de derivación de células madre embrionarias. Comparte con la Universidad de Wisconsin cinco patentes con interés en enfermedades cardiovasculares y degenerativas. Es el primero del grupo que claramente ha apostado por la explotación comercial de esta promesa biomédica.

Michael West. Líder de Advanced Cell y antiguo compañero de Okarma. Su carrera es similar a la de Wilmut, aunque anda un paso atrás. Como el escocés, ha preferido centrar sus trabajos en clonación reproductiva animal y clonación terapéutica.

LA GRAN PROVOCACIÓN

La suma de todos los actores y sus respectivos campos de trabajo es lo que ha provocado que, en apenas media docena de años, el mundo deba decidirse entre adoptar medidas restrictivas basadas en principios éticos y morales hasta la fecha intocables, o bien apostar por el fin, saltándose todas las normas y convencionalismos. El fin, claro está, es iniciar el gran negocio de la medicina regenerativa y los medios emplear células y materiales biológicos de origen humano.

En este contexto, el paso dado por West es un nuevo capítulo en esta espiral de provocaciones. El hito científico, como se han encargado de señalar investigadores de prestigio, es ahora mismo discutible: las entidades biológicas no pueden considerarse embriones propiamente dichos y de ellas por ahora no es posible extraer células madre. El éxito mediático y la respuesta social, sin embargo, son indiscutibles. Al dar el paso con materiales humanos West demuestra que puede andarse el camino y abre la puerta a nuevos debates. Su discurso viene a ser: aquí está la clave para obtener materia prima que aunque proceda de un ser humano, difícilmente podría llevar a su implantación en un útero. Por tanto, se acabó el discurso ético. Empieza el legal y el económico.

Añadir nuevo comentario

El contenido de este campo se mantiene privado y no se mostrará públicamente.
Para el envío de comentarios, Ud. deberá rellenar todos los campos solicitados. Así mismo, le informamos que su nombre aparecerá publicado junto con su comentario, por lo que en caso que no quiera que se publique, le sugerimos introduzca un alias.

Normas de uso:

  • Las opiniones vertidas serán responsabilidad de su autor y en ningún caso de www.madrimasd.org,
  • No se admitirán comentarios contrarios a las leyes españolas o buen uso.
  • El administrador podrá eliminar comentarios no apropiados, intentando respetar siempre el derecho a la libertad de expresión.
CAPTCHA
Enter the characters shown in the image.
Esta pregunta es para probar si usted es un visitante humano o no y para evitar envíos automáticos de spam.