DE LO NUESTRO<br>
Una excelente introducción
Reseña realizada por David Serrano Granados<br>
Catedrático de la Universidad Rey Juan Carlos<br>Director IMDEA Energía
La oportunidad de este libro es evidente. El debate y la preocupación sobre las causas y consecuencias del denominado efecto invernadero han dejado de ser, afortunadamente, materias exclusivas de los círculos académicos y científicos, para alcanzar la economía, la política y llegar al conjunto de la sociedad. En la actualidad, es difícil encontrar un solo día en el que no aparezcan en los medios de comunicación varias noticias directamente relacionadas con el cambio climático. El interés por este problema también ha llegado a la industria cinematográfica, como es el caso del documental de Al Gore que recientemente ha sido premiado con un Óscar.
El libro objeto de esta reseña aborda el tema del calentamiento global con un estilo divulgativo, y un lenguaje sencillo e instructivo, que permiten al lector entender los muchos factores que influyen y pueden alterar el clima de nuestro planeta. En la introducción se alerta sobre el peligro de relacionar con el cambio climático todos los acontecimientos aparentemente anómalos que ocurren en el mundo. El autor insiste en la necesidad de abordar este problema desde una óptica científica, evitando caer en exageraciones y análisis interesados en uno u otro sentido. Resulta esencial distinguir entre mito y realidad en todo lo relacionado con el cambio climático.
Uno de los aspectos más interesantes y acertados del libro radica en el interés del autor por centrar el problema del cambio climático en el contexto de la historia y evolución de la Tierra. Además de revisar los diferentes eones, eras, periodos y épocas por los que ha pasado nuestro planeta desde su formación hace 4500 millones de años, el principal mensaje que se transmite en los capítulos iniciales es que vivimos en un mundo cambiante. La sensación que, con frecuencia, tenemos sobre la constancia en los parámetros físicos, geológicos y climatológicos de la Tierra, se desvanece cuando utilizamos escalas de tiempo de decenas de millones de años.
El clima y la composición de la atmósfera no han sido una excepción respecto de esta sucesión de cambios. La temperatura media de la Tierra ha oscilado de forma cíclica a medida que el clima iba pasando por periodos fríos (glaciaciones) y cálidos. En el periodo Huroniano (hace 2500 millones de años) se produjeron las primeras glaciaciones, estimándose que llegó a helarse la casi totalidad del planeta. Por el contrario, en el periodo Cretácico (hace 100 millones de años) la temperatura media del planeta era 10ºC superior a la actual. En el libro se analizan las posibles causas de estos cambios climáticos naturales, barajándose una amplia variedad de alternativas: variaciones en la distribución de mares, océanos y continentes, impacto de los seres vivos sobre el ciclo del carbono, variaciones de la órbita terrestre, cambios en la inclinación de eje de la Tierra, ciclos solares de mayor o menor actividad, erupciones volcánicas, choques de meteoritos, etc. Las glaciaciones estuvieron casi siempre acompañadas de un descenso muy fuerte de la biodiversidad. Por el contrario, la vida se recuperaba rápidamente y de forma casi explosiva en los periodos cálidos subsiguientes.
La composición inicial de la atmósfera de la Tierra era también muy diferente de la actual, estando formada por H2O, CO2, H2 y N2 como gases mayoritarios. La aparición del O2 fue una consecuencia de las primeras formas de vida: cianobacterias y arqueobacterias que a través de la fotosíntesis captaron el CO2, fijaron el carbono y liberaron el O2. De esta forma, hace unos 1600 millones de años la concentración de oxígeno en la atmósfera alcanzó el 18%, valor próximo al 21% actual. Posteriormente, a finales del periodo Carbonífero (hace 300 millones de años), la proliferación de grandes vegetales provocó mediante la fotosíntesis una disminución muy importante de la concentración de CO2 en la atmósfera, pasando de valores de 1500 ppm hasta las 375 ppm actuales.
La conclusión principal que obtiene el lector es que vivimos en un mundo dinámico y cambiante. Incluso en el pasado reciente, se han producido alteraciones significativos en el clima y la temperatura que no son achacables al hombre. A partir del siglo XIII, se inicia un periodo de varios cientos de años de duración en el que se produce un enfriamiento del planeta con temperaturas medias inferiores en 2ºC a las actuales. Este periodo se conoce como pequeña edad del hielo o mínimo de Maunder y termina a principios del siglo XVIII, probablemente como consecuencia del impacto a gran escala que empiezan a tener las actividades humanas. El autor propone que el Homo Sapiens se ha transformado en una nueva especie (el Homo Tecnologicus) y que hemos entrado en una nueva era (el Antropoceno).
En el capítulo "El presente del problema" se entra de lleno en el cambio climático actual y en el efecto invernadero, concluyendo que el análisis de los datos registrados en los últimos 150 años permite afirmar que se ha producido un incremento significativo en las temperaturas medias. Asimismo, la concentración de CO2 en la atmósfera va aumentando de forma continua y muy deprisa año tras año, habiendo alcanzado en la actualidad los mayores valores de todo el periodo Cuaternario, como consecuencia de las emisiones procedentes del uso masivo de combustibles fósiles como nuestra principal fuente de energía. La relación emisiones de CO2 / concentración de CO2 en la atmósfera / incremento de la temperatura es evidente. No obstante, el autor destaca que existen todavía numerosos cabos sueltos para terminar de entender y predecir la evolución del planeta: presencia de sumideros naturales de CO2, papel de las grandes corrientes oceánicas como gigantescas cintas transportadoras de energía, etc.
Entre la variedad de consecuencias negativas que pueden derivarse del cambio climático, el autor analiza como especialmente preocupantes sus efectos sobre la producción de alimentos, la disponibilidad de recursos de agua potable, el incremento del nivel del mar y la exacerbación de valores y fenómenos extremos en relación al clima. Asimismo, se anticipa al recientemente publicado informe del IPCC al considerar que estos cambios afectarán en mucha mayor medida a los países y regiones más pobres.
Los dos últimos capítulos del libro se dedican a revisar las alternativas existentes para atenuar el cambio climático y eliminar las causas que lo provocan. Las propuestas del autor no se limitan a cuestionar el actual modelo energético basado en el uso de combustibles fósiles, sino que van mucho más allá, abordando cuestiones como la agricultura, la biodiversidad, el crecimiento desaforado de la población mundial, el consumismo y las enormes diferencias de desarrollo económico existentes de unos países a otros. La alternativa que plantea es un cambio radical en nuestros hábitos de vida y consumo que deberían tener como referencia la completa sostenibilidad de nuestro modelo de desarrollo. Se trata de propuestas muy ambiciosas, tal vez utópicas, pero realmente urgentes si queremos atajar el cambio climático y el deterioro acelerado de nuestro planeta que están provocando las actividades del hombre.