Mala noticia en el ámbito de la lucha contra uno de los cánceres más frecuentes en nuestra sociedad, el de mama. Un estudio publicado en el New England Journal of Medicine asegura que esta enfermedad puede regresar varios años después, aproximadamente 15, diseminada en forma de tumores por otras partes del cuerpo según muestra este informe realizado por "Early Breast Cancer Trialists Collaborative Group", un equipo internacional de investigadores con sede en la Universidad de Oxford, y financiado por Cancer Research UK.
En los 88 ensayos clínicos que se han llevado a cabo participaron 62.923 mujeres, todas las cuales fueron diagnosticadas con la forma más común de cáncer de mama entre 1976 y 2011.
A cada mujer se le administró tratamiento con tamoxifeno o inhibidores de la aromatasa durante cinco años y, al final de ese tiempo, el cáncer desapareció.
Pero su progreso fue monitoreado años después y se descubrió que el cáncer volvió a reaparecer en el organismo de más de 11.000 de ellas en un sitio distinto, como en huesos, hígado o pulmones.
GANGLIOS
Este estudio ha descubierto que las mujeres que tenían tumores grandes y cuyo cáncer se habían diseminado a cuatro o más ganglios linfáticos tenían un 40% de riesgo de que la enfermedad volviera a una parte diferente del cuerpo durante un período de 15 años después de suspender el tratamiento. Las que sufrían tumores más pequeños de bajo grado que no se habían diseminado tenían en cambio apenas el 10% de riesgo.
Según los expertos estos nuevos datos muestran que los tratamientos deberían continuarse durante un periodo de tiempo más prolongado para evitar este tipo de situaciones. Por ejemplo el profesor Arnie Purushotham, asesor clínico principal de Cancer Research UK, cree que "detener el tratamiento hormonal a los cinco años deja a las mujeres con un riesgo constante de cáncer de mama en el futuro".
Este profesor recalca que desde que comenzó esta investigación "se están usando nuevos medicamentos para tratar el cáncer de mama, y estos funcionan de manera diferente al tamoxifeno" que podrían ser más eficaces. Por lo que es "vital", señala, que el trabajo continúe para predecir qué tipo de cánceres son los más proclives a regresar una vez se haya superado el inicial.
MEJOR TRATAMIENTO
En la misma línea se sitúa uno de los autores de este estudio, el profesor Richard Gray de la Universidad de Oxford. Considera que el tratamiento ha mejorado bastante en los últimos años, por lo que las tasas de recaídas serían "algo menores" para los pacientes actuales.
Lo que es esencial, coinciden ambos es en prolongar esos tratamientos hasta varios años después de que la enfermedad haya desaparecido. Y es que algunos pacientes suspenden su tratamiento post-cáncer debido a los efectos secundarios que pueden incluir los síntomas de la menopausia, la osteoporosis, el dolor en las articulaciones o el síndrome del túnel carpiano.