Un estudio realizado en el <a href="https://igeo.ucm-csic.es/" title="Instituto de Geociencias" alt="Instituto de Geociencias" target="_blank">Instituto de Geociencias</a> (CSIC, UCM) apuesta por la excepcionalidad de los inmuebles patrimoniales en gran parte por los motivos que condicionaron la selección de las piedras empleadas para su construcción y por la elevada calidad que estas piedras que presentan para configurar elementos portantes, especialmente resistentes a la acción de los agentes atmosféricos y al propio paso del tiempo.
Cuando se abordan estudios sobre la procedencia y la calidad de la piedra tradicional (o de cantería) empleada en la construcción de inmuebles patrimoniales, son muy diversos los factores que, en su conjunto, condicionaron su selección en una época concreta y su utilización para desempeñar una determinada función constructiva. Los archivos y fuentes documentales permiten contextualizar históricamente las canteras y la actividad extractiva, y los estudios geológicos aportan información sobre la génesis y posteriores procesos acontecidos, aspectos que otorgan a la piedra unas propiedades específicas.
CALIZA DE MORATA DE TAJUÑA COMO PIEDRA DE CANTERÍA EN MADRID A PRINCIPIOS DEL SIGLO XX: UNA PIEDRA EXCEPCIONAL
Uno de los principales dominios geológicos de la Comunidad de Madrid es la cuenca terciaria continental del Sureste, cuyos carbonatos fluviolacustres del Mioceno Superior (hace unos 11-7 m.a) han sido tradicionalmente explotados como piedra de cantería en la región, concentrándose las principales canteras en los páramos de Chinchón-Colmenar de Oreja y de Arganda-Morata de Tajuña. Debido a la calidad, pureza y blancura de la caliza extraída en Colmenar de Oreja, esta localidad fue la más significativa y concentró las más prestigiosas explotaciones, proporcionando el municipio la denominación de piedra de Colmenar. Así, se ha venido empleando este término de forma genérica para referirse a calizas miocenas explotadas en zonas próximas, como Nuevo Baztán, Morata de Tajuña o Campo Real.
La caliza de Morata de Tajuña es una piedra especialmente idónea para soportar esfuerzos a compresión que presenta una elevada resistencia y durabilidad.
Morata de Tajuña es tierra de piedra caliza, empleándose desde antiguo como piedra de cantería en las inmediaciones, si bien ha sido principalmente utilizada para la obtención de cal en la industria del cemento. En Madrid, ha sido mucho menos utilizada como piedra de cantería que la caliza de Colmenar de Oreja, destinándose por ejemplo para el Antiguo Hospital de Jornaleros de Maudes (1908-1916) o para la construcción del primer tramo de la primera línea del Metropolitano (1917-1919). Para el transporte de la caliza de Morata a Madrid fue esencial el ferrocarril de Arganda o del Tajuña, que partía desde la estación del Niño Jesús. En 1901 el tren llega a Morata, con una comisión especial para el reconocimiento de sus canteras. Las estaciones próximas a Morata eran El Alto -entre Arganda y Morata-, Cornicabra -en el paraje del Valhondo- y Morata -entre Morata y Perales-.
Canteras de Cornicabra en el paraje del Valhondo, Morata de Tajuña (Comunidad de Madrid). Cortesía Archivo Histórico Ferroviario del Museo del Ferrocarril de Madrid - Fundación de los Ferrocarriles Españoles.
El estudio mediante microscopía óptica de polarización permite conocer el ambiente en el que se que se formaron estos carbonatos y posteriores procesos acontecidos en la cuenca. Los abundantes moldes de bioclastos suponen una porosidad susceptible de cementación. En la diagénesis se producen distintos procesos de cementación, formándose microcristales durante el enterramiento (y relleno de los poros por limo de coloración pardo-amarillenta) y macrocristales por circulación de aguas freáticas. Esta cementación diagenética otorga a la caliza una muy elevada compacidad, resultando ser una piedra especialmente resistente a la acción del agua y al propio paso del tiempo.
Muestra de mano de la caliza de Morata de Tajuña (izda). Imágenes de Microscopía Óptica de Polarización (nícoles cruzados) de esta caliza, observándose los moldes de algas en gran parte cementados (centro) y los diferentes cementos resultantes durante la diagénesis (dcha.)
ANTIGUO HOSPITAL DE JORNALEROS DE MAUDES: UN INMUEBLE EXCEPCIONAL
Inmueble patrimonial construido a principios del siglo XX por el arquitecto gallego Antonio Palacios Ramilo, cerca de la actual Glorieta de Cuatro Caminos. Se levanta en la época moderna, en pleno apogeo del hierro y el cristal, resultando ciertamente tradicional en cuanto al material pétreo empleado, pues sus muros se corresponden con una fábrica mixta a dos caras (la exterior de cantería en piedra caliza). La documentación consultada indica que esta piedra procede de las canteras de Cornicabra, ubicadas en el paraje del Valhondo de Morata de Tajuña. Las fachadas del inmueble están conformadas por bloques de morfologías y tamaños muy diversos, variabilidad que responde en gran medida a la necesidad de amoldar el despiece de los paramentos a la potencia de los bancos en las canteras, de modo se procure el máximo aprovechamiento de la piedra.
Antiguo Hospital de Jornaleros de Maudes (1908-1916). Actual sede de la Consejería de Transportes, Vivienda e Infraestructuras de la Comunidad de Madrid
El uso en la ciudad de Madrid de la caliza de las canteras de Cornicabra (Morata de Tajuña) a principios del siglo XX se debió principalmente a la relativa facilidad que presentaba su extracción, así como al apeadero que se construyó a pie de cantera para el traslado directo de la piedra a la capital mediante el ferrocarril del Tajuña, aspectos que abarataban considerablemente los costes. Resultaba entonces una piedra económicamente muy competitiva, si bien carecía del prestigio, belleza y blancura de la piedra de Colmenar de Oreja. La elevada calidad de la caliza de Morata de Tajuña se debe a sus caracteres petrológicos, que dependen del ambiente de formación y procesos diagenéticos acontecidos en la cuenca, configurando una piedra especialmente idónea para soportar esfuerzos a compresión que presenta una muy elevada resistencia y durabilidad.
Este estudio integral y multidisciplinar ha sido efectuado en el marco del Programa Geomateriales 2 (S2013/MIT-2914), financiado por la Comunidad de Madrid y el Fondos Social Europeo. Clara apuesta por el conocimiento, conservación y divulgación de las piedras empleadas en el patrimonio construido de la Comunidad de Madrid, el estudio ha sido recientemente premiado por el Comité Editorial del Boletín Geológico y Minero de España con el premio Manuel Fernández de Castro. Considerando el 2018 como el Año Europeo del Patrimonio Cultural, se quiere resaltar el valor patrimonial que presentan en sí las piedras tradicionales que configuran la imagen de este patrimonio, siendo parte esencial del mismo, de su historia y de su recuerdo en nuestra memoria.
Enlaces de interés:
Rutas geomonumentales madri+d
Referencias bibliográficas:
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