La bomba atómica es triste, cosa más triste no hay. Cuando cae, cae sin voluntad, va cayendo despacio, tan despacio va cayendo que da tiempo a un pajarito a posarse en ella y volar. ¡Cuitada bomba atómica que no gusta de matar! ¡Cuitada bomba atómica que no gusta de matar! Mas que al matar mata todo animal o vegetal, que mata la vida de la tierra y mata la vida del aire. Pero que también mata a la guerra. ¡Bomba atómica que aterra! ¡Bomba atónita de la paz! Bomba atónita, bomba atómica, tristeza, consolación, flor purísima de uranio, desabrochada en el suelo, del color pálido del helio y olor de rádium fatal, lirio mineral carnívoro, radiosa rosa radical. Nunca más, oh bomba atómica, nunca, en tiempo alguno, jamás sea preciso que mates donde haya muerte además: permanezca apenas tu imagen, aterrador espejismo, sobre las grandes catedrales: guardián de una nueva era, arcano insigne de la paz