El físico Blas Cabrera jugó un papel determinante en el campo de las ciencias experimentales en la España del primer tercio del siglo XX. Su papel investigador como director de los mejores laboratorios que tuvo España en su época, sus conexiones internacionales de máximo nivel, y su trabajo como promotor de la institucionalización de la ciencia, todavía le dejaron tiempo para su veta de divulgador que se manifestó fundamentalmente a través de la Revista de Occidente y de la sala de conferencias y las publicaciones de la Residencia de Estudiantes. Blas Cabrera fue el introductor en España, junto a los matemáticos Josep María Plans y Esteban Terradas, de la teoría de la relatividad de Einstein. La asimilación de estas nuevas teorías (la especial y la general) le situó en la mejor de las condiciones para ser su anfitrión en Madrid, en el viaje que el sabio alemán realizó por España en el año 1923.
El físico Blas Cabrera jugó un papel determinante en el campo de las ciencias experimentales en la España del primer tercio del siglo XX. Su papel investigador como director de los mejores laboratorios que tuvo España en su época, sus conexiones internacionales de máximo nivel, y su trabajo como promotor de la institucionalización de la ciencia, todavía le dejaron tiempo para su veta de divulgador que se manifestó fundamentalmente a través de la Revista de Occidente y de la sala de conferencias y las publicaciones de la Residencia de Estudiantes. Blas Cabrera fue el introductor en España, junto a los matemáticos Josep María Plans y Esteban Terradas, de la teoría de la relatividad de Einstein. La asimilación de estas nuevas teorías (la especial y la general) le situó en la mejor de las condiciones para ser su anfitrión en Madrid, en el viaje que el sabio alemán realizó por España en el año 1923.
Laboratorio de Investigaciones Físicas de la JAE
Blas Cabrera y Felipe nació en Arrecife de Lanzarote el 2 de mayo de 1878. Estudió el bachillerato en el instituto de La Laguna (Tenerife), el único que había en las islas en aquella época. Después, siguiendo la tradición familiar, se trasladó a Madrid en 1894 para iniciar la carrera de Derecho. Su padre era notario en Santa Cruz de Tenerife, y siendo él el mayor de ocho hermanos, le correspondía seguir los pasos de su padre. Estudió los dos primeros cursos de derecho pero pronto entró en contacto con el ambiente científico madrileño, a través de su asistencia a la tertulia que Santiago Ramón y Cajal tenía en el Café Suizo, y cambió la tradición por la vocación. Aunque la influencia de Cajal fue, como veremos, determinante a lo largo de su vida, concretamente en estos años supuso un cambio importante de orientación. Se matriculó en la Facultad de Ciencias, de la entonces Universidad Central, donde inició la carrera de Ciencias Físico-Matemáticas, licenciándose en 1898. Se doctoró en 1901 con una tesis Sobre la variación diurna de la componente horizontal del viento. El tema del trabajo elegido nos sitúa ante un estudio ajeno, por un lado, a los estudios punteros en el campo de la física de entonces, y, por otro, al trabajo experimental; la ausencia de laboratorios en los centros docentes de principios de siglo le llevó a presentar una investigación donde sus principales instrumentos de trabajo fueron los libros. En el mismo año fue nombrado profesor ayudante de Electricidad en la Facultad de Ciencias.
En 1905, año clave para la física, Einstein publicó tres artículos que cambiaron radicalmente esta ciencia. En España, en ese mismo año Cabrera ganaba la cátedra de Electricidad y Magnetismo de la Universidad Central de Madrid.
Blas Cabrera con otros científicos en al Universidad de Verano de Santander en 1936
El 17 de abril de 1910 Cabrera fue nombrado miembro de la Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, institución que presidiría entre 1934 y 1937. Su discurso de entrada versó sobre El éter y sus relaciones con la materia en reposo, tema importante en la física de entonces ya que de él había surgido, en 1905, la teoría de la relatividad especial.
Cuando el 18 de agosto de 1910, la Junta para Ampliación de Estudios (JAE) le nombró director del Laboratorio de Investigaciones Físicas (LIF) tenía treinta y dos años, era catedrático desde 1905, Secretario desde 1910, del Instituto Nacional de Ciencias Físico-Naturales de la JAE, y miembro de número de la Academia de Ciencias. La creación de este Laboratorio resultó crucial en la vida científica de Cabrera. Las facilidades que desde este centro le brindó la JAE le permitieron iniciar una investigación con unas características hasta entonces desconocidas en España. Los instrumentos y las instalaciones con los que contó este laboratorio, resultaban entonces poco comunes. Sin duda eran muy superiores a los existentes en los laboratorios de la Facultad de Ciencias de la Universidad Central.
Blas Cabrera con Julio Palacios, 1929
Fueron diversos los temas de la física que Cabrera abordó como investigador, pero en la práctica totalidad de sus trabajos está presente la cuestión de la existencia del magnetón de Weiss y el intento de demostrar empíricamente su existencia real. Esta constante en sus investigaciones hay que entenderla en el contexto científico de la época. Cuando Blas Cabrera y Enrique Moles llegaron a Zurich en 1912 pensionados por la JAE, Pierre Weiss acababa de postular la existencia del magnetón como unidad natural de medida de los momentos magnéticos. Eran momentos en que las ideas atomísticas o corpusculares comenzaban a ser aceptadas de forma bastante generalizada. Por ello no resultaba disparatado que al igual que se había encontrado una unidad de carga eléctrica, el electrón, se pudiera dar con una unidad natural del magnetismo, el magnetón. Estos trabajos nos sitúan ante la "nueva física" que paulatinamente se fue introduciendo en España. Con ellos se abrió el camino a una novedosa línea de investigación que posibilitó, entre otras muchas cosas, la creación de una importante escuela experimental.
El año 1928 marca un hito importante en la vida científica de Cabrera: pasó a formar parte del Consejo científico del Instituto Internacional de Física Solvay, a propuesta de Marie Curie y Albert Einstein. Estas reuniones, que se celebraban cada tres años, reunían a los mejores físicos del mundo (había doce Premios Nobel en un grupo de veintiséis científicos), y eran consideradas las de mayor nivel científico. En este mismo año Cabrera fue también elegido miembro de la Academia de Ciencias de París, a propuesta de los físicos Paul Langevin y Maurice de Broglie.
El 26 de enero de 1936 Blas Cabrera tomó posesión, como académico, del sillón de la Real Academia Española que había dejado vacante Ramón y Cajal. Su discurso Evolución de los conceptos físicos y lenguaje, es un documento con un valor excepcional para valorar el esfuerzo hecho por España en el primer tercio del siglo XX en pro de su modernización científica.
A Cabrera la rebelión militar del 18 de julio le sorprendió en Santander, donde estaba desempeñando su trabajo como Rector de la Universidad Internacional de Verano.
En 1931 Cabrera había sido nombrado miembro del Comité Internacional de Pesas y Medidas. En esta institución, que tenía su sede en París, desempeñó el cargo de secretario general desde 1937 y hasta 1941, año en que tuvo que iniciar su viaje, esta vez sin retorno, a México. Falleció el 1 de agosto de 1945.
Más información:
ROMERO DE PABLOS, Ana, 2002. La europeización de la ciencia. Cabrera, Moles, Rey Pastor: un proyecto truncado. Madrid: Nívola libros y Ediciones. ISBN 8495599511
