La arquitectura de Corrales
1. Si por la línea no lo fuera
lo sería por el ángulo.
Si por el ángulo no,
por el triángulo cuadrado.
Si por el cuadrado no,
sería por el rectángulo.
Si no fuera por la línea
que se fractura no habría
triángulo-ángulo-rectángulo.
Y si todo esto no fuera
plano, volumen, espacio,
¿cómo engordar en el cubo,
lo lírico-matemático?
2. El gran paralelepípedo
se despliega hacia lo blanco
por el ocre del naranja
del ladrillo o el veteado
de la madera y el gris
del verde hormigón armado,
cromatismo que hacia arriba
-lo mismo que antes la línea,
va desde el negro de abajo.
La fórmula coherente
o algo incoherente acaso
de Mondrian, Van Doesburg, Mies
reinventa lo carismático.
3. Si por la línea no lo fuera lo sería por el marco,
lienzo de cuadro en el paisaje
que entre los árboles miramos
si no es por su lado humano.
Si no fuera por la línea
que se fractura no habría
puerta, ventana, tejado,
luz cenital que se aventa,
coloquio, aire circulando
como circula un hombre muerto
a través de los obstáculos