Durante su movimiento en la Cámara de Wilson, la partícula
elemental ioniza las moléculas de gas que hay en ella, y entonces
éstas se convierten en centros de condensación de gotas
macroscópicas visibles o fotografiables. Este es el principio de la
Lírica de Cámara: Hace posible ver las trayectorias de las partículas
elementales aisladas que poseen una carga, o bien, las de los átomos
ionizados.
La instantánea intensidad de lo radiante.
Esta Lírica de Cámara: La Cámara de Wilson
donde, al chocar, se transforman millones de micro-objetos,
y los tantos o los quantos como un yo, tan inestables
y veloces que transcurren invisibles.
Esta Lírica de Cámara tan cerrada y más que humana
no es el equivalente de la delicia abstracta
que solía llamarse música de cámara.
Se parece por vacía y por su nada en cascada.
Pero el vacío, hoy en día, es por limpio más sin alma.