¡ah, si los blancos álamos...!
¡Ah, si los blancos álamos
en los que balanceo mi mirada fuesen
los blancos álamos y el agua
en el regato fuese
el agua y fuese
verdad el resplandor sonoro
y el rubor y el silencio
veteado de frío con el que toma vuelo
la mañana!
¡Ah, si fuese verdad lo que se sueña
ya despierto, después de haber soñado!
¡Ah, si fuese verdad tanta armonía y fuese
verdad que estoy aquí desnudo
asistiendo al prodigio
del universo que se despereza!