Hay una tendencia humana a buscar conexiones entre hechos que la lógica nos dice que no pueden tener una relación causal
En este artículo publicado en la revista Aeon por el neuropsicólogo y escritor Paul Broks podemos encontrar muchos ejemplos de coincidencias sorprendentes que desafían a la raconalidad: buscar sin éxito un libro en todas las librerías de la ciudad para acabar encontrándouna versión anotada por el autor en un banco de la ciudad; o soñar que alguien a quien hace años que no vemos nos dice que acaba de morir y descubrir unos días después que efectivamente esa persona ha fallecido recientemente.
La ciencia ha intentado en diferentes ocasiones encontrar sentido a este tipo de coincidencias. Broks nos habla, por ejemplo, de una teoría que ve en las coincidencias una especie de fuerza, como la gravedad, y a la que según nos cuenta, Einstein describió como “original y de ninguna manera absurda”.