Algunas de las consecuencias de la relatividad especial (como la relatividad de la simultaneidad de dos sucesos o la “dilatación temporal”) resultan ser contrarias a la intuición porque la velocidad de la luz es, para nuestros sentidos, prácticamente infinita. Se trata aquí de simular electrónicamente rayos de luz que viajen a unos pocos kilómetros por hora –en lugar de a los trescientos mil reales– y realizar con ellos experimentos que pongan de manifiesto los efectos antes mencionados de modo que parezcan naturales, casi inevitables.
El visitante se sumerge en un mundo virtual en el que la luz viaja a velocidad de paseo para llevar a cabo físicamente algunos de los experimentos mentales de Einstein, representando bajo la dirección de los alumnos los papeles de dos observadores en movimiento relativo (uno de ellos subido en un modelo mecánico del “tren de Einstein”)