Las ciudades están repletas de laberintos que, al contrario de lo que suele pensarse, pueden tener una función meditativa y terapéutica
Como se cuenta en este artículo en Gothamist, hay miles de entusiastas de los laberintos en todo el mundo. Además de ser interesantes desde una perspectiva histórica, mítica y sociológica, los apasionados de los laberintos aseguran que sirven para relajarse y encontrar calma interior.
En el artículo se diferencia entre dos términos en inglés: maze, que es lo que en español entendemos por laberinto, es decir, un recorrido diseñado para desorientar a quien se adentra en él; y labyrinth, que en español se llama “laberinto clásico” o “laberinto univiario”, donde solamente existe una vía que, a través de giros y vueltas, acaba llegando al centro. Es en estos últimos en los que se centra el texto.
Fotografía:
Juanje Orío