Trabajar con animales de laboratorio a largo plazo supone un desafío emocional para muchos investigadores
En este reportaje publicado en la revista Science, el periodista y editor David Grimm trata un tema que muchos investigadores conocen pero del que apenas se habla. El uso continuado de animales de laboratorio para llevar a cabo sus investigaciones acaba afectando a la salud mental de los científicos.
De acuerdo con un estudio citado en el reportaje, nueve de cada diez personas que trabajan con animales acaban desarrollando algún tipo de “fatiga por compasión”, como se conoce al fenómeno.