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Los supervivientes de cáncer tienen un riesgo elevado de sufrir complicaciones cardiovasculares. Una de las más frecuentes es el desarrollo de insuficiencia cardiaca crónica como efecto secundario de la quimioterapia con antraciclinas. El proyecto europeo RESILIENCE, liderado por el Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC), está estudiando una intervención no invasiva con una tecnología innovadora que podría proteger el corazón frente a los efectos tóxicos de la quimioterapia. Además, este proyecto utiliza tecnología de imagen de vanguardia para estudiar de manera muy precisa la función del corazón en estos pacientes. En esta actividad se presentarán las tecnologías utilizadas como tratamiento y como visualización del corazón.
El coordinador del proyecto RESILIENCE y director Científico del CNIC, Borja Ibáñez, expondrá este tema desde una perspectiva cercana para todos los públicos.