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Oda al átomo
Pequeñísima
estrella,
parecías
para siempre
enterrada
en el metal: oculto,
tú diabólico
fuego.
Un día
golpearon
en la puerta
minúscula:
era el hombre.
Con una
descarga
te desencadenaron,
viste el mundo,
saliste
por el día,
recorriste
ciudades,
tu gran fulgor llegaba
a iluminar las vidas,
eras
una fruta terrible,
de eléctrica hermosura,
venías
a apresurar las llamas
del estío,
y entonces
llegó
armado
con anteojos de tigre
y armadura,
con camisa cuadrada,
sulfúricos bigotes, -
Ciencia de amor
No sé. Sólo me llega, en el venero
de tus ojos, la lóbrega noticia
de Dios: sólo en tus labios, la caricia
de un mundo en mies, de un celestial granero.¿Eres limpio cristal, o ventisquero
destructor? No, no sé.De esta delicia,
yo sólo sé su cósmica avaricia,
el sideral latir con que te quiero.Yo no sé si eres muerte o si eres vida,
si toco rosa en ti, si toco estrella,
si llamo a Dios o a ti cuando te llamo. -
A felipe ruiz ii
¿ Cuándo será que pueda
libre desta prisión volar al cielo,
Filipe, y en la rueda
que huye más del suelo
contemplar la verdad pura sin duelo?
Allí, a mi vida junto,
en luz resplandeciente convertido,
veré distinto y junto
lo que es y lo que ha sido,
y su principio propio y ascondido.
Entonces veré cómo
la soberana mano echó el cimiento
tan a nivel y plomo,
do estable y firme asiento
posee el pesadísimo elemento.
Veré las inmortales
colunas, do la tierra está fundada; -
Neumotorax
El nitrógeno entró
El manómetro marcó
positivo
Ella tumbada con el costado
perforado por la aguja.
Las gafas brillaban viviendo
Su vida de sabio aburrido
Una tos anestesiaba el aire
Cloroformo - Aceite gomenolado
C'est ça!
Pas bien du sommet gauche
La pantalla lo dijo
Ella tosía y tosían todos
C'est ça!
Dentro de aquel otro pecho
se oía y golpeaba las manos
la pectoriloquia áfona
trente deux, trente trois. -
Ingeniería de la servilleta
Imagínate que no fuéramos esa carne suave
que se desgarra en pernos oxidados y astillas
sino algo mucho más duro, algo que brilla.
Que todas esas linfas, puses, caóticos fluidos
que discurren por autopistas de metástasis,
o justo por sucias cañerías con residuos
aparcados en doble fila en cada curva, que
toda esa viscosidad sangrara. Imagínate,
un nosotros mejor, no un ensayo de construcción
corpórea de algún micólogo chapucero, sino algo diseñado
para durar: en brillante acero 304 inoxidable, o hierro -
A la nueva luna
En el principio Dios creó el cielo
y la tierra, luego en su día
exacto colocó los astros en el cielo
y al séptimo día descansó.
Después de billones de años el hombre,
hecho a su imagen y semejanza,
sin nunca descansar, con su
inteligencia laica,
sin temor, en el cielo sereno
de una noche de octubre,
colocó otras luminarias iguales
a aquellas que giraban
desde la creación del mundo. Amén. -
A la línea
A TI, contorno de la gracia humana,
recta, curva, bailable geometría,
delirante en la luz, caligrafía
que diluye la niebla más liviana.
A ti, sumisa cuanto más tirana,
misteriosa de flor y astronomía
imprescindible al sueño y la poesía,
urgente al curso que tu ley dimana.
A ti, bella expresión de lo distinto,
complejidad, araña, laberinto
donde se mueve presa la figura.
El infinito azul es tu palacio.
Te canta el punto ardiendo en el espacio.
A ti, andamio y sostén de la Pintura. -
Oh hada cibernética
Oh Hada Cibernética
cuándo harás que los huesos de mis manos
se muevan alegremente
para escribir al fin lo que yo desee
a la hora que en venga en gana
y los encajes de mis órganos secretos
tengan facciones sosegadas
en las últimas horas del día
mientras la sangre circule como un bálsamo a lo largo de mi
cuerpo.