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El tranvía
En rosario, en letanía.
Sugerencias del tranvía.
Paralelepipédico,
acelerado:
mézclese y agítese
tiempo y espacio.
¡Qué cosas diría
un einsteiniano!
En los carriles de la vía
se lava los pies el tranvía.
Tejiendo su red, trabaja
como un arácnido.
Equilibrista de alambre
cabeza abajo.
Globo cautivo del cable,
siempre tirando.
Pidiendo va un avemaría
la campanilla del tranvía.
Trole al hombro:
¡Buen soldado!
Ligero navío
de un solo palo. -
Muerte de un naturalista
Durante todo el año el dique de lino supuraba
en el corazón del pueblo; verde y de cabeza pesada
el lino se pudría allí, aplastado por enormes terruños.
A diario chorreaba bajo un sol de justicia.
Burbujas gorgojeaban con delicadeza, moscardones
tejían una fuerte gasa de sonido en torno al olor.
Había también libélulas, mariposas con lunares,
pero lo mejor de todo era esa baba caliente y espesa
de huevos de rana que, a la sombra de las orillas,
crecía como agua coagulada. -
El termómetro
28 Para determinar por experiencia
Muchos de los efectos expresados,
Han sido con buen éxito empleados
Algunos instrumentos ingeniosos,
Inventados por físicos famosos,
Y meteorológicos llamados,
Porque el nombre meteoro aplicamos
A cuanto en nuestra atmósfera observamos. -
Haikus
Entre la hierba
un transistor perdido
ronroneando.
De dos en dos
me rodean los faros.
Perplejidad.
Un móvil suena
y nadie en la avenida.
Un móvil suena.
Desolador:
un neumático rueda
por la avenida. -
Las hojas de la vida
Palmeras en un desierto bajo un
cielo de donde arranca su raíz
eso es el ser humano enhiesto diz
que bien plantado en un suelo común.
Ya mueve cinco ramas al tuntún
y colma su experiencia de infeliz
árbol vivo con ojos y nariz
manos orejas lengua en el simún.
No hay nada fijo todo es transitorio
la realidad de un prisma de ilusiones
y la materia una invención verbal.
¿Qué son las cosas? Campo vibratorio
un juego de electrones y protones
bullendo más allá del Bien y el Mal. -
Yunque: alba
100.000 voltios rodados de poleas
más ágiles.
Que la luz, la impaciencia, la imagen
y el retorno.
Mediodía de grúas encendidas de grillos.
Fuego de hierro y fragua.
Yunque en constelaciones de martillos
sin sueño.
Bajo el brazo tendido de músculos
y de puras distancias.
Entre mares de hulla se consumen
los cerebros más vivos.
En la niebla, la niebla que confunde
la ruta de los astros sin cielo.
Con el mudo cansancio de estos hombres
de cobre. -
Meditación primera y última
El tiempo
tiene color de noche.
De una noche quieta.
Sobre lunas enormes
la eternidad
está fija en las doce.
Y el tiempo se ha dormido
para siempre en su torre.
Nos engañan
todos los relojes.
El Tiempo
tiene ya horizontes. -
De omni re scibili
(Sobre todo lo cognoscible)
¡Todo lo sé! Del mundo los arcanos
ya no son para mí,
lo que llama misterios sobrehumanos
el vulgo baladí...
Sólo la ciencia a mi ansiedad responde,
y por la ciencia sé
que no existe ese dios que siempre esconde
el último por qué.
Sé que soy un mamífero bimano
(que no es poco saber)
y sé lo que es el átomo, ese arcano
del ser y del no ser. -
La verbena de la paloma. cuadro primero
Don Hilarión y Don Sebastián aparecen sentados a la puerta de la botica. Los porteros de la casa también toman el fresco sentados. La portera tiene en la falda un niño pequeño dormido. La Buñolería está llena de gente y hay mucha animación. A la puerta de la taberna juegan al tute, en una mesa pequeña y sentados en banquetas, el tabernero y dos amigos suyos mozos de chapa. La tabernera les sirve de cuando en cuando unas medias copas.
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Raíz cuadrada
Vemos raíces de todas las formas:
puntiagudas, deformes y redondas.
La del malvavisco es casi angélica,
y hay una Racine que es clásica.
La de la mandrágora es diabólica
y, por más que cavilemos,
no se puede hacer nada.
Pero la raíz que yo adoro,
y que se extrae sin fatiga,
es la raíz cuadrada, mi preferida.
Una raíz de aspecto sospechoso
es la del eje motor,
y el drogata vende su alma
por la del árbol de levas.