<a href="https://deepmind.com/" title="DeepMind" alt="DeepMind" target="_blank">DeepMind</a>, filial de Google, muestra importantes avances en el campo de la medicina y demostrando que esta tecnología tiene muchas posibilidades para mejorar los diagnósticos médicos.
Bien empleada, en manos de profesionales que emulsionan ética a borbotones y sabiendo aprovechar sus virtudes, la inteligencia artificial y las técnicas de análisis Big Data son un gran valor para los avances médicos. A lo largo de los tiempos, la medicina ha permanecido normalmente supedidata a la investigación y a la tecnología de la época. Hoy en día existen tratamientos para enfermedades que, parece mentira, pero alimentaban el monstruo de la mortalidad hasta hace bien poquito. Pero queda mucho camino que recorrer y muchas batallas que ganar.
El poder corrector de los avances científicos aplicados al campo de la medicina ha permitido inaugurar tratamientos efectivos para millones de enfermos en una muestra más de la importancia de la investigación en diferentes áreas. Pese las dudas, y con razón, que despierta la inteligencia artificial, lo cierto es que en el futuro los analistas más optimistas creen que algún tipo de sistema informático capaz de 'aprender' por su cuenta será un compañero indispensables en los diagnósticos médicos.
El maridaje entre tecnología y salud se va asentando. El objetivo, más allá, es reducir los márgenes de error, mejorar el triaje -la selección de los pacientes en urgencias- y como apoyo en las intervenciones quirúrjicas. Por ahora, son pequeñas muestras de todo el potencial que puede dar en el futuro, pero ya se han producido importantes avances que hacen presagiar que, en efecto, en los próximos años la medicina 'inteligente' y doctores 'artificiales' serán algo habitual. Según las estimaciones de la consultora Accenture, los avances en inteligencia artificial aplicados a la medicina podrían ahorrar 150.000 millones de dólares a la industria médica estadounidense para 2026.