• Si la ciencia…

    Si entendiéramos del todo
    a los veleidosos volcanes
    no habría lugar
    para las falsas alarmas.
    Las erupciones procederían
    con orden hasta su clímax
    tan pronto como la muchedumbre
    hubiera abandonado la aldea.
    Pero siempre habría
    un beodo en su estupor,
    un tozudo labriego
    o un poeta extasiado
    que eligiera sin querer
    la inmortalidad
    del molde de ceniza.

  • El gran maestro del ordenador

    El gran maestro del ordenador
    ha diseñado su primera versión
    sobre el manto de nieve. Yo tengo que llevar esquís.

    El diseñador
    traza sendas sinuosas
    bordeando todo tipo de montañas
    y evitando pendientes pronunciadas.

    El genial autor
    ha terminado su trabajo
    y borra con la mano una montaña de la nieve.

    Recoge el documento, extenuado,
    y lo llama PAISAJE SOBRE ESQUÍS V / EQUINOCCIO VERNAL.

    Imprime un montón de pistas.

    Pero no me deja entrar en su borrador; el muy gamberro

  • Oda a la farmacia

    Qué color a bosque
    tiene
    la farmacia!

    De cada
    raíz salió la esencia
    a perfumar
    la paz
    del boticario,
    se machacaron
    sales
    que producen
    prodigiosos ungüentos,
    la seca solfatara
    molió, molió, molió
    el azufre
    en su molino
    y aquí está
    junto
    con la resina
    del copal fabuloso:
    todo
    se hizo cápsula,
    polvo,
    partícula
    impalpable,
    preservador
    principio.
    El mortero
    machacó diminutos
    asteriscos,
    aromas,
    pétalos de bismuto,
    esponjas secas,
    cales.

  • Astrolabio

    Quiero decir
                        amar no es salir a la calle
                                            decir a los que pasan

  • Coplas del mismo hechas sobre un éxtasis de alta contemplación

          Entréme donde no supe,
    y quedéme no sabiendo,
    toda sciencia trascendiendo.
          Yo no supe dónde entraba,
    pero, cuando allí me vi,
    sin saber dónde me estaba,
    grandes cosas entendí;
    no diré lo que sentí,
    que me quedé no sabiendo,
    toda sciencia trascendiendo.
          De paz y de piedad
    era la sciencia perfecta,
    en profunda soledad,
    entendida vía recta;
    era cosa tan secreta,
    que me quedé balbuciendo,
    toda sciencia trascendiendo.

  • Teología científica

    Probablemente es uno de muchos.
    Estará cansado, a veces,
    distraído. Difícil trabajo,
    todas estas series de experimentos,
    más que incontables. Sí,
    en principio lo sabe todo,
    pero naturalmente no se puede
    preocupar de los detalles:
    reactores que se recalientan,
    nubes de plasma, campos relativistas.
    Finalmente no somos los únicos.

    Sólo después de una eternidad
    toma de nuevo la prueba en su mano.
    En su enorme ojo
    se refleja nuestro universo.
    Pero entonces ya hemos pasado.
    Lástima. A lo mejor le hemos
    interesado, desde el punto de vista

  • Oda al libro (II)

    Letras largas, severas,
    verticales,
    hechas
    de línea
    pura,
    erguidas
    como el mástil
    del navío
    en medio
    de la página
    llena
    de confusión y turbulencia,
    Bodonis
    algebraicos,
    letras
    cabales,
    finas
    como lebreles,
    sometidas
    al rectángulo blanco
    de la geometría,
    vocales
    elzeviras
    acuñadas
    en el menudo acero
    del taller junto al agua,
    en Flandes, en el norte
    acanalado,
    cifras
    del ancla,
    caracteres de Aldus,
    firmes como
    la estatura
    marina
    de Venecia
    en cuyas aguas madres,
    como vela

  • Al margen del buffonintendente del jardín del rey,jardín zoológico

    La nature est le systeme des lois.

    Rinoceronte, burdo error notorio,
    Caballo, felicísima belleza.
    ¿ Experimentos de laboratorio?
    Responsable, ninguno o la maleza,
    Confusión que elevada hasta su emporio
    Goza de majestad: Naturaleza.

    Es hipérbole torpe a la girafa.
    Mal se trazó el dibujo de ese cuello.
    En Roma habría disgustado a Rafa-
    el, che avrebbe composto il collo meglio.
    Un cisne, curvo cuello, nunca estafa
    Si no camina. Por un río es bello.

  • Balada parabólica

    EL destino, como un cohete, vuela parabólicamente,
    casi siempre atravesando las tinieblas y formando un arco iris.
    Hubo una vez un pintor rojo como el fuego, Gaugin,
    bohemio, y antes, en el pasado, agente de bolsa.
    ¡Para entrar principescamente al Louvre,

  • Líneas

    ¿Habéis visto el arado
    que en su camino engendra
    surcos línea tras línea
    hasta llenar la tierra?

    Y lo que admiro en esto
    no es la completa página
    y toda la insaciable
    actividad para llegar a ella

    sino cuando aquel surco
    más queda ya acabado
    y el tractor duda:
    otra línea para ser comenzada

    y luego arrastra y gira
    la reja a jorro y esa
    vuelve también al nuevo
    y creciente canal

    y cada reversión así
    al mitigar la agresión pura
    prepara para el concertado
    apresurado de la operación,