• En memoria de Sigmund Freud ([FRAGMENTO])

    Cuando hay tantos a los que lloraremos
    y el dolor es tan público, y se ha expuesto
    a críticas de todo un tiempo
    lo frágil de la angustia y la conciencia,

    ¿de quiénes hablaremos? Se nos mueren
    a diario los que hacían el bien,
    conscientes de que nunca era
    bastante, intentando mejorar.

    Así fue este doctor: a los 80
    pensaba en nuestra vida aún: caótica,
    que siempre un vago futuro
    somete con halagos o amenazas.

    Pero no pudo ser; cerró los ojos
    ante una imagen última y común:
    los problemas como familia
    confusa, celosa de nuestra muerte.

  • Las letanías de satanás

    ¡Gloria a ti y alabanza, Satán, en las alturas
    del Cielo en que reinaste: y gloria en las negruras,
    del Infierno en que sueñas silencioso y vencido!
    Haz que un día mi espíritu repose complacido
    contigo, bajo el Árbol de la Ciencia, ¡oh Satán!,
    cuando, moderno Templo, sus ramas se abrirán.

  • Canción del explorador

    Qué otra cosa podría ver un explorador cansado
    dentro de los límites de un metro cuadrado de tristeza
    sino Caminos que los limoneros acompañan, sino Colinas
    y ondulados Campos donde el vino ya se presiente

    Qué podría ver sino Islas de Cristal, Ciudades
    plateadas, áureas, Amaneceres, Barcos Rojos
    que tripulaciones enloquecidas llevan sin rumbo

    Serpientes gigantescas, tigres, podría ver también
    ballenas blancas sumergiéndose en un océano cálido

    Podría ver dos mujeres de vestidos anaranjados
    sentadas junto a una pared incendiada por el sol

  • Oda a Antonio José Cavanilles

    Dulcísimo instrumento
    Que siempre me das gusto
    Ven a mi mano: ven en buena hora
    ¡Oh Lira queridísima! pues siento
    Que Febo me transporta en modo augusto
    Y que cantar me ordena
    Un alto asunto nuevo
    Y a su región me elevo
    Sin poder apagar aunque quisiera
    La llama que en mi pecho reverbera
    Canta, Rizo amado,
    Atiéndeme te pido,
    Y oirás lo que Minerva muy gozosa
    Ayer hacía, quando yo en el Prado
    Me paseaba en sus flores divertido
    A tiempo que la hermosa
    Aurora refulgente
    Mostraba en el Oriente
    Su faz amable llena de alegría

  • Hacia la plenitud

    Recibimos
    recibimos
    tenemos el sortilegio de recibir
    de en secreto sin fin
    lo Impalpable recibir

    DÍA DEL NACIMIENTO DE LA ILIMITACIÓN

    Otro Mundo me acepta
    me anexiona
    me absorbe
    me absuelve
    Armisticio de las pasiones

    Bancos de claridad
    soterradamente
    soberanamente

    La emanación de existir
    el engrandecimiento de existir
    el promontorio, la impetuosidad de existir

    He llegado a la plenitud
    El instante es más que el ser
    El ser es más que los seres
    y todos los seres son infinitos

    .

  • Apocalipsis 1999

                El hombre es ahora el amo.
    El hombre ha puesto la vida a su servicio.
    El mundo es una máquina obediente
    multiplicándose,
                                                    expandiéndose,
          informando.
    Cada segundo un cambio.

  • Los átomos

    Homenaje a Mme. Curie

    Vivir es lo más íntimo del mundo.
    Es sentir en la piel esa caricia
    del aire circundante. Estar despierto.
    Despierto de la muerte, estar en vivo.
    Haber atravesado los confines
    de la nada y venir a establecerse
    a esta zona clemente del espacio
    donde la enfermedad se llama vida.
    Ser entonces lo vivo, lo preciso
    esta palpitación inesperada,
    este ardor hecho sueño, este trastorno
    de placidez, un canto, una plegaria.
    Un entretenimiento delicioso
    del que nunca sabremos a su hora

  • Cirugía plástica

    ¿Me acompaña, señora?
    Es hacia el final del pasillo,
    desde aquí se ve la placa:
    Salón de Cirugía Plástica.
    Me dice que de nuevo
    querría ser joven, bella, seductora,
    o parecerlo, que viene a ser lo mismo.
    Me dice que ya no puede más
    con las arrugas, las bolsas,
    las patas de gallina,
    y que en los cuartos del amor,
    aun con luz velada, se ven, señora, se ven
    como un paisaje lunar.
    Usted quiere la cirugía plástica,
    tanto la quiere, mi señora,
    que ya se ve en sus senos la turgencia,
    y en su piel., ¡oh, la piel, señora mía!

  • Del naturalista y la muerte

    I

    Huellas de astas y cascos, sonrisas
    y esperanzas precursoras del año
    y escrituras terrestres, del día.
    Indicios e informes sobre ciervos y otros prodigios
    más herméticos.

    II

    Ángel y búho, en secreto concierto,
    volaban juntos, cazaban juntos
    ratones y lemures al anochecer.
    Solos en el sombrío escalón del poniente,
    así hermanos en la ferocidad.

    III

  • Te llamaban el sabio

    Lejanos te parecen hoy los días
    de campamento en el asedio a Murcia;
    olvidaste el aroma del azahar
    la luz de las fogatas de tus hombres
    y las canciones de los catalanes
    y aragoneses de tu yerno En Jaume.

    Pero estuviste allí como también estabas
    en Jerez en Lebrija en Niebla de Cádiz:
    no eres un perdedor pero sí un tanto inhábil
    en cuestiones de hacienda y de gobierno;
    se te esfumó el imperio alemán que pretendías
    pero tuyo es el reino de las artes y letras
    el reino de la ciencia y de los astros
    de la historia y las leyes.